No creas en los e-books es una excelente reflexión hecha por José Antonio Millán acerca de los lectores de e-books, y las pocas posibilidades que un dispositivo electrónico dedicado exclusivamente a la lectura nunca funcione.
Millán habla de los subsidios, por ejemplo: las consolas de videojuegos son subsidiadas por las marcas que los fabrican (bajo la expectativa de vender más juegos), los teléfonos móviles están subsidiados por las operadoras a cambio de usar su servicio por un determinado tiempo, en relación a esto, escribí noviembre que para que un lector de e-books sea realmente popular, debería ser subsidiado por marcas, periódicos, revistas, editoriales y otros medios electrónicos, que quieran "subirse al tren".
Es posible que en noviembre del año pasado sonaba un poco descabellado la venta de un dispositivo electrónico con Wi-Fi, a menos de 10 dólares pero considerando que una Eee PC que en teoría tiene mucho más hardware vale $200 dólares y que la fundación OLPC planea hacer un equipo con dos pantallas táctiles por $75 dólares entonces fabricar un lector de libros electrónicos y venderlo a un precio subsidiado (entre $5 y $10 dólares) suena totalmente posible.
Creo yo que en el momento en que comprar un lector de e-books sea tan sencillo y barato como comprar un periódico en la calle, lo cual implica no solo el subsidio, el costo ultra-reducido también la facilidad de encontrar el aparato en casi cualquier lugar, se solucionaría los problemas de economía de escala de los cuales José Antonio Millán menciona.
En cuanto millones de personas tengan un lector de e-books en la mano los periódicos podrían dejar de regalar tonterías con la edición del domingo y dedicarse subsidiar obras literarias relevantes, de tal forma que los libros electrónicos cuesten menos que una edición en papel. Ya que el medio (en este caso, el aparato) sea parte del día-a-día del usuario promedio, no sería ilógico que se de una "explosión" de repentina disponibilidad de contenido para descargar a costos mucho más accesibles que los actuales (o gratis), con la ventaja de no esperar a que el libro llegue físicamente a casa.