Hoy lo comprobé, los desarrolladores de videojuegos están todos locos y son la clases geek más divertida del mundo. Pueden comprobarlo viendo lo que hizo Farbs, uno de los desarrolladores de 2K Australia, quien decidió dejar la empresa para comenzar a trabajar independientemente.

Lo extraño de todo esto es la forma que eligió para renunciar. El programador les dedicó un juego anunciando su renuncia a sus jefes.

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