Con relación al post publicado esta mañana, de la SGAE cobrando 10% del total de ingresos recaudados en un concierto benéfico organizado por una familia que busca curar a su hijo del Síndrome de Alexandre, parece que estos señores conocidos por sus tácticas mafiosas han cedido ante la presión y opinión pública y anuncian que devolverán el dinero:
La Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) procederá a realizar, con cargo a sus gastos de gestión, una aportación voluntaria por un importe equivalente a los derechos de autor (5.629 euros) recaudados con motivo del concierto benéfico a favor del menor Juanma López Fenoy, aquejado del Síndrome de Alexander, que se celebró el pasado 25 de abril en el Teatro Auditorio de Roquetas de Mar (Almería).
Pero los mafiosos piensan como mafiosos y no pueden aguantarse las ganas de justificar sus acciones vergonzosas y actuar como si tuvieran la razón:
La actuación de la SGAE ha sido absolutamente respetuosa con la Ley de Propiedad Intelectual, que no permite la concesión de licencias gratuitas. Los socios de la SGAE creen en el derecho de autor solidario y responsable.
Como se ha hecho en múltiples ocasiones, la solidaridad de los creadores hubiera sido posible si, con el tiempo suficiente para gestionarlo, los autores del repertorio interpretado durante el concierto hubieran podido optar por la cesión gratuita de sus legítimos derechos.
De ese modo, esta polémica se habría evitado.
Es impresionante que ya con el agua hasta el cuello estas personas busquen hundirse aún más y ahogarse dando declaraciones así de salvajes. Esta polémica se habría evitado si quienes trabajan dentro de la SGAE tuvieran un mínimo de sensibilidad humana, no llegaran con tácticas manipuladoras a los organizadores amenazando que de no firmar y pagar, no hay concierto.
Es increíble, estas personas no solo creen estar por encima de "la ley", creen tener la verdad absoluta y que las acciones cometidas, por encima de los daños que causan sus tácticas, son justificables. Para llorar.
A mí me daría muchísima vergüenza ser socio de estos mafiosos o tan siquiera decirlo.