Kindle

Para la hora que leas esto seguramente la mayoría se habrán enterado del "escándalo" (imagínense que esas comillas son inmensas) formado por la pelea entre MacMillan y Amazon con relación al precio de los e-books.

En resumen: MacMillan presiona para subir el precio de sus libros electrónicos a 14,99 dólares, Amazon dice que no y como respuesta deshabilita la venta de todo el contenido de la editorial. El CEO de MacMillan responde pagando por la publicación de un texto en PublishersLunch explicando qué pasó y el por qué la insistencia en las exigencias a subir el precio (tiene que ver con la "salud" del ecosistema de e-books y su "solución" es hacerlos más caros). Amazon termina cediendo, publica un comunicado, y aumenta el precio de los libros electrónicos de esta editorial.

También es posible que para la hora en que esté publicado este post hayan leído uno que otro artículo fatalista donde se asegura que de ahora en adelante el costo de todos los e-books aumentarán o que todo esto es culpa de Apple (Cum hoc ergo propter hoc.

Lo segundo es evidentemente falso y lo primero tambien, de momento. Es posible que en un futuro otras editoriales aumenten sus precios para equipararlos con MacMillan pero lo más probable es que esto no suceda (en Amazon piensan lo mismo.)

Lo más grave es que las ganancias de libros electrónicos de MacMillan no incrementan si Amazon sube el precio, pues ellos venden a la tienda los libros por entre 10 y 15 dólares mientras que es Amazon quien decide venderlos al cliente final sin generar ganancias o incurriendo en pérdidas.

La realidad es que el CEO de MacMillan está cometiendo un severo error y si pretende salvar a la industria de los e-books desde antes que se encuentre en crisis en el proceso está construyendo su propia caída. Sería importante recordar y evitar los errores cometidos por la industria discográfica con respecto a la venta de música digital, quienes venden canciones en internet como si te vendieran el CD cuando el costo marginal de una descarga es prácticamente cero. No es raro entonces que la gente busque el audio en misma calidad de una red de intercambio de archivos.

Lo más probable es que el resto de editoriales no sigan este camino, mantengan precios competitivos para vender más e-books y al final MacMillan tenga que retractarse modificando nuevamente el esquema de precios para adaptarse al mercado (la mayoría de personas esperan pagar menos de 15 dólares por copias digitales de libros).

También tendrán que adaptarse a la industria en general, llegará un punto en el cual no tendrá sentido seguir vendiendo muy por encima de los precios habituales por el resto de las editoriales. La competencia tiende a que el costo final al consumidor disminuya, no aumente.

Justmente hoy estaba leyendo que el gran error de la industria discográfica es el ponerle un precio muy alto a cada copia digital y que si el costo fuera entre 60 a 70 centavos por archivo (en vez del 0,99 a 1,29 dólares) se estaría vendiendo mucho más. Lo mismo aplica con los libros digitales.

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