Google dejó de ser hace ya mucho tiempo “solamente un buscador”, a día de hoy estamos ante una multinacional que está extendiendo sus tentáculos de actuación a diversos campos, de primeras la expansión tuvo lugar dentro de la red pero luego también han saltado fuera de ella para por ejemplo embarcarse de cabeza en el mundo de la energía.
A este respecto los de Mountain View están haciendo varias cosas y principalmente un objetivo se han marcado sobre el resto: conseguir renovables más baratas que el Carbón. El objetivo es todo un reto que la gente de Google, capitaneados por Bill Weihl, ha comenzado a abordar por el abaratamiento de generar energía solar térmica, que para el que esté un poco perdido es según la Wikipedia:
La energía termosolar consiste en el aprovechamiento de la energía del Sol para producir calor que puede aprovecharse para cocinar alimentos o para la producción de agua caliente destinada al consumo de agua doméstico, ya sea agua caliente sanitaria, calefacción, o para producción de energía mecánica y a partir de ella, de energía eléctrica.
Pues bien, hace unos días Weihl anunció que ya se han dado los primeros pasos reales los cuales si todo va bien en no mucho tiempo servirán para reducir a la mitad los costes de construir centrales termosolares. ¿Cómo? Pues gracias a unos nuevos espejos (parte fundamental en una central termosolar) realizados con materiales y procesos que abaratan su coste final en un 50% aproximadamente. De momento han creado un primer prototipo de “espejo barato”, lo que ya es un gran avance teniendo en cuenta que hace muy poco se metieron en harina.
¿Veremos en el futuro como Google se convierte en una empresa energética? Pues que no lo descarte nadie, recientemente la Comisión Federal de Regulación de Energía (FERC) dio permiso a Google para vender y comprar electricidad, aunque detrás de este movimiento el objetivo no es empezar a vender electricidad “al pueblo” sino mejorar su flexibilidad a la hora de conseguir electricidad para las operaciones propias de Google.