¿Está la industra del cómic a las puertas de una crisis generacional? Rescato este texto de Daniel Crown para discutir un poco acerca de la amenaza futura que enfrentarán los tebeos. Los lectores habituales de cómics están envejeciendo, y parece que la sangre nueva escasea. ¿Cómo es posible este fenómeno en una época donde los superhéroes han sido tan revalorizados gracias a la televisión, el cine o los videojuegos?

En su afán por ganar seriedad, los guionistas de cómics han abandonado a uno de sus públicos más importantes: los niños. Cada vez son menos los chicos que acuden a comprar un ejemplar, lo que provoca preocupación sobre el futuro de la industria. John Rozum, autor de varios títulos para niños, explica que conforme la edad promedio del lector se incrementa, la industria comenzará a encogerse con cada generación:

Admitámoslo, la mayoría de los cómics publicados por Marvel y DC son historias repetitivas que han sido contadas en innumerables ocasiones, y ningún número de crisis, guerras secretas, muertes, y cambios de vestuario puede disfrazarlo [...] Los adultos eventualmente se cansan de la repetición si no se añade nada fresco. No sé cuántos sexagenarios estén aún interesado en seguir los episodios mensuales de la Liga de la Justicia o de Los Vengadores [The Avengers], sin importar qué tan bien escritos o dibujados estén."

Michael Chabon, escritor ganador del Premio Pulitzer en 2001, explica que fueron los cómics los que abandonaron a los niños. Catalogados en sus primeros 40 años como un producto juvenil, los autores de cómics buscaron ser considerados como un medio más serio. El problema es que, en su afán de ganar este valor, surgió una disparidad evidente entre el número de títulos que se publican con temáticas adultas, y los que están dirigidos al público infantil.

De este modo, los arcos narrativos serios, destinados casi siempre a números especiales o miniseries de un personaje, comenzaron a involucrarse en la trama regular del título hasta dominarla por completo. Además, los cómics se han vuelto excluyentes. Como señala el autor Brian Clevinger, los títulos se concentran en su propia e incomprensible continuidad -a la que define como "masturbatoria"-, la cual no permite que los nuevos lectores se integren al contenido.

Si sumamos estas cuestiones al talón de Aquiles clásico de la industria -la distribución-, veremos que los cómics enfrentan un panorama negro respecto al público infantil. Las casas editoriales han perdido el balance, apostando por venderle al fandom de hoy, pero sin preocuparse en demasía por los que vienen detrás. Y cuidado, porque a menos que algo cambie, esta época de bonanza parece la antesala de una inminente era de vacas flacas para la industria del cómic.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: