Ayer, después de un periodo en beta privada, se abría oficialmente al público Rdio, un nuevo servicio de streaming de música similar a Spotify, MOG o Pandora y que ha sido creado por Niklas Zennstrom y Janus Friis, cofundadores de programas como Skype, Kazaa o Joost.

Para los que vivimos en España, disfrutar música a través de streaming se ha convertido en algo relativamente cotidiano gracias a Spotify, pero al otro lado del charco y fuera de los seis países en los que está disponible (Suecia, Noruega, Finlandia, Reino Unido, Francia, España y Holanda) todavía es algo menos común. A primera vista Rdio no se diferencia mucho de su competidores más directos, lo que hace, básicamente, es reproducir música con una conexión a internet y ofrecer aplicaciones en iOS y Android para que puedas disfrutar del servicio. De hecho puede parecer que es incluso peor, porque aunque Spotify tiene una cuenta gratuita, este sólo es premium con dos modalidades: una de $4.99 mensuales para usarlo sólo a través del navegador y otra de $10 que también permite usar las aplicaciones móviles.

Tienen un período de prueba gratuito los primeros días así que cuando esta mañana me he puesto a trastear un poco con él lo primero que he intentado buscar ha sido las diferencias con los demás servicios, si todos hacen prácticamente lo mismo ¿cuáles son las ventajas de uno y otro? ¿para qué pagar por algo que puedo disfrutar de manera gratuita con Grooveshark, por ejemplo?

Aunque la interfaz como puede verse en la imagen está muy cuidada y es bastante intuitiva tampoco supone una ventaja tremenda frente al resto. Hay un detalle que sí me gustó mucho y es la información relativa a los diferentes artistas, en una columna a la izquiera nos muestra los nombres de los componentes del grupo, los años de actividad, grupos relacionados, afines... para los más melómanos es un detalle muy bueno. En líneas generales ya hemos comentado que la interfaz no es nada del otro mundo, el siguiente punto fuerte de Rdio es la integración con las redes sociales, puedes agregar a tus amigos usando Facebook, Twitter y hacer scrobbling a Last.fm, es algo que también está en Spotify pero aquí está implementado de manera mucho más usable.

Las versiones móviles no son una maravilla, ni están tan cuidadas como las de Pandora o Spotify, pero tanto en iOS (podéis ver capturas en la galería) como en Android cumplen su cometido e incluso a través de 3G el streaming es completamente fluido. Los catálogos también son suficientes en casi todos los casos, aunque faltan clásicos como AC/DC o The Beatles, los de siempre.

Como podréis ver, se nos van agotando los cartuchos, en los personal prefiero una aplicación de escritorio como la de Spotify, que además va como un tiro, a una a través del navegador, como es el caso de Grooveshark o Rdio, pero si obviamos este detalle al final nos acabamos encontrando con un único factor diferenciante: el precio. En mi opinión si Spotify estuviese disponible en EEUU y no tuviese todos los problemas con los que se está encontrando, Rdio nunca le llegaría ni a los tobillos en cuestión de usuarios.

La proporción de usuarios premium que maneja Spotify todavía es muy baja, y esto es porque a pesar que ya hemos repetido varias veces que el futuro de la industria audiovisual pasa por el streaming para mí empieza a hacerse cada vez más evidente que también lo hace trambién con un modelo freemium en el que a través de cuentas gratuitas con publicidad integrada el usuario tiene acceso a todo el catálogo del servicio, pero con desventajas y funciones recortadas frente a los que sí que pagan.

Por encima de todo la cultura es universal, y cuando es gratuita, aún con publicidad multiplicas la posibilidad de llegar a los usuarios ¿es que nadie se da cuenta de que nos morimos de ganas por disfrutar de nuestro contenido audivisual de maneras alternativas pero sobre todo de manera gratuita? No hace falta más que mirar a Hulu.

¿Cuántos estaríais dispuestos a pagar $10 dólares por un servicio como el que ofrece Rdio? Personalmente en el caso de Spotify yo me lo he planteado muchas veces, pero quitar la publicidad no me compensa si luego para usar la versión móvil tengo que tirar de 3G y comerme media tarifa de datos que tampoco me resulta precisamente barata ¿Qué opináis?

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: