Se llama E-Quickie, es un prototipo de automóvil eléctrico extremadamente eficiente pues no necesita que se le recarguen las baterías para que funcione. Usa la energía que obtiene directamente de las calles.

Se logra por medio de la inducción eléctrica, similar a esas alfombras para recargar gadgets (Powermat es la más conocida) pero en movimiento; a medida que se mueve obtiene la energía de emisores eléctricos en el piso captados con receptores inalámbricos en la parte inferior del coche. El desarrollo fue hecho por estudiantes de la Universidad de Karlsruhe en Alemania como parte de un proyecto para la investigación de la practicidad de la transmisión inalámbrica de energía para mover un vehículo.

No solo sorprende la técnica para obtener la energía que mueve al E-Quickie, también la eficiencia en materiales y su construcción; todos los componentes fueron hechos por los estudiantes con la minima carga necesaria en mente. En consecuencia el coche pesa 60 kilos, aunque están seguros que pueden reducir el peso a 40 kilos. El mecanismo de inducción eléctrica representa un aspecto clave para lograrlo: el motor tiene baterías pero muy pequeñas, ya que idealmente la energía viene de emisores en las calles, no es necesario guardarla en baterías por largos periodos de tiempo para impulsarlo.

El peso reducido permite que, aún con apenas 2 caballos de fuerza, se pueda desplazar a una velocidad de hasta 50 kilómetros por hora.

Vía: Gizmag

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