Llevamos durante los últimos años escuchando cada cierto tiempo siempre la misma advertencia: las direcciones IPv4 se acaban. Durante ese tiempo nadie parece haberse movido lo suficiente para dar el salto a IPv6 y al final parece que puede ser demasiado tarde. Año tras año se han ido agotando hasta el punto de que ya tan sólo quedan unos 80 millones de direcciones IPv4 libres, lo que supone aproximadamente el 5% de todas las direcciones disponibles. A este ritmo estas se agotarán en algún momento durante la primera parte del año que viene.
El salto a IPv6 se debía haber puesto en marcha hace ya algo de tiempo para que no nos pillase el toro. ¿Cómo nos puede afectar que se agoten las direcciones IP? Principalmente quiere decir que no se podrá conectar ningún dispositivo más a la red de redes. Como usuario de un ISP si tienes una IP fija asignada a tu conexión no tienes demasiado que temer, pero si por el contrario usas direcciones dinámicas podrías encontrarte con el caso de que un día no puedas conectar porque tu operador no tiene direcciones libres. Esto no quiere decir que vaya a suceder, ya que depende de cómo funcione el operador, si va justo de direcciones IP o bien le sobra.
Estos serían los principales problemas del agotamiento de las direcciones IPv4 y por lo que hay que pensar ya de forma definitiva en un plan de despliegue para adoptar las direcciones IPv6. Nosotros como usuarios normales no tendríamos que hacer demasiado, ya que muchos de los dispositivos que ya usamos ya están preparados para hacer uso de las direcciones IPv6. Quienes más tendrían que moverse serían los proveedores de acceso a Internet y cualquier tipo de servidor que haya conectado a Internet para que el resto de dispositivos se puedan conectar a él.
Ciertamente no debe cundir el pánico pero si se debe comenzar a actuar de forma definitiva para adoptar IPv6 y hacerlo de forma correcta, ya que si no muchos servicios podrían quedar inaccesibles durante más tiempo del esperado cuando se efectué el cambio. Veremos si al fin, alguien mueve un dedo en serio.
Vía: Techcrunch