Yahoo! y AOL, otrora de las empresas más grandes en Internet, plantean una fusión para poder competir al nivel de los otros depredadores. Ambas compañías han ido de más a menos en los últimos años. Por una parte, AOL llegó a tener hasta 27 millones de usuarios registrados gracias a su sistema de CDs y floppies gratuitos, y ahora mantiene menos de diez. Por su parte, Yahoo! llegó a ser uno de los amos de las búsquedas en Internet en su momento, en tanto que hoy sólo posee un 6% del mercado.
Ante esta situación, ambas empresas han tenido acercamientos para fusionarse en una sola entidad que sea capaz de plantar cara a los mandones del barrio. El trato involucraría a inversionistas privados, así como al gigante asiático Alibaba Group. En el primer escenario, la empresa china recompraría el 40% de sus acciones que Yahoo! actualmente posee. Este desembolso ascendería aproximadamente a 10 mil millones de dólares. Tras la venta, Yahoo! quedaría dividida, lo que permitía su adquicisión directa por inversionistas independientes -- uno de ellos, AOL.
El segundo plan también implicaría la recompra de acciones de Alibaba, pero pondría a AOL en una fusión inversa con Yahoo! Este movimiento se da cuando una empresa privada se une a una de cotización pública para saltarse buena parte del papeleo. Ésta es una táctica de negocios muy utilizda, ya que permite eludir una oferta pública inicial, o como en este caso, la exclusión de una empresa que cotiza en la bolsa. El último escenario, planteado por el CEO de AOL, Tim Armstrong, consistiría que Yahoo! compre directamente a AOL.
Sea como se dé la fusión, los analistas sugieren que esta nueva compañía resultante podría competir directamente con Google. Yahoo! dejó pasar una oportunidad de oro cuando desdeñó a una jugosa oferta de Microsoft para adquirirla. Al final, todo se quedó en un convenio de participación, el cual aún no se sabe si se respetaría tras la fusión. Por su parte, AOL se emancipó de Time Warner en 2009. La duda que resiste es si estas dos empresas serán capaces de formar un buen tándem. Quién sabe: a veces dos errores sí suman un acierto.