Desde la abrumadora salida del Kindle, no cabe duda que los lectores de libros electrónicos han ido adquiriendo una importancia cada vez mayor en el panorama tecnológico y que cada vez están desplazando más y más al libro tradicional (con las cosas buenas y las cosas malas que tiene eso, pero ya es otra historia). Una de las claves de su éxito es su pantalla, una pantalla de tinta digital, que permite emular de manera muy precisa una hoja de papel impreso con la consiguiente ventaja de que no cansa la vista, a efectos prácticos, es exactamente lo mismo que estar leyendo un libro físico.

Sin embargo estas pantallas hasta el momento sólo soportaban una escala de grises, no color, gracias a una compañía china a partir de ahora tendremos pantallas a color de tinta electrónica y es muy probable que dentro de poco empecemos a oír novedades al respecto en el mercado de los ebooks al respecto. Que nadie se vaya esperar que sea algo igual, o remotamente parecido, a una pantalla LCD convencional, con la tinta electrónica, aunque a color, las imágenes ser verán mates, sin brillo, del mismo modo tampoco se podrán visualizar vídeos o material audiovisual de manera fluida.

Pero ¿es realmente útil en color en dispositivos de tinta electrónica? Al fin y al cabo, todos los libros convencionales son en blanco y negro, por así decirlo. Pues en mi opinión creo que depende bastante, la verdad es que como digo para un libro convencional no le acabo de encontrar el sentido, pero por ejemplo para libros de texto escolares (que podría ayudarse además de animaciones sencillas para resultar más educativos), para libros infantiles o para revistas sí que le veo un futuro bastante prometedor. En el campo de los ebooks mi experiencia se limita a un Papyre de la empresa española Gramatta y aunque el contraste entre el fondo y las letras podría ser mejor, la verdad es que estoy encantado con las comodidades que aporta un ebook a mi vida diaria.

Habíamos podido ver hasta las fecha algunos ejemplos de ebook con pantalla a color, como el nuevo Nook, o el mismo iPad pero cabe mencionar que usan una pantalla LCD, retroiluminada, que a la largan cansan a la vista y que no son tan cómodos (aunque muy cómodos en muchos casos) de usar como los que llevan tinta electrónica. Los ebooks, para bien o para mal, forman parte de un futuro donde el papel tendrá cada vez menos importancia. Nada podrá igualar, nunca, jamás, el tacto de un buen libro de papel, el uso, la calidez, las hojas gastadas por el tiempo y su peso confortable, pero desde que hace ya un par de años Amazon diese un paso en la dirección adecuada con el Kindle se estableció un punto de no retorno, las ventajas del formato digital son demasiadas como para no tenerlas en cuenta, y ahora, con la tinta a color, todavía más.

Foto: New York Times

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