Imposible no hablar del tema. WikiLeaks ha sacudido al mundo entero con las filtraciones liberadas este domingo. Assange y compañía ventilaron varios secretos de la política exterior de Estados Unidos, y las reacciones no se han hecho esperar. He aquí un breve recuento de las más prominentes:

  1. Quizá la reacción más difundida es la del republicano Peter T. King, congresista por Nueva York, quien ha solicitado enérgicamente a Hillary Clinton, secretaria de Estado, que utilice "cada recurso ofensivo del gobierno de Estados Unidos para prevenir futuras filtraciones dañinas de WikiLeaks". El legislador ha condenado la liberacón de información clasificada, bajo el argumento de poner en riesgo la seguridad, los intereses, y las vidas de los habitantes de dicha nación. King ha puesto la cereza en el pastel al sugerirle al Congreso que considere a WikiLeaks como una organización terrorista, y por ende, se declaren como ilegales sus actividades.

  2. Hasta ahora, los documentos más comprometedores vienen del mundo árabe. Se teme que se eleve la tensión en Medio Oriente, al revelarse que Israel y otros gobiernos de la zona solicitaron a Estados Unidos emprender acciones bélicas contra Irán. Entre los países más insistentes en frenar la posibilidad de "un Irán nuclear" se encuentran Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahréin y Arabia Saudí. Incluso el rey Abdalá advirtió al gobierno estadounidense que de permitirle un arsenal nuclear a los iraníes, todas las naciones de la región seguirían el mismo camino. Aunque ya era de sospecha pública que el lobby árabe intervino dentro de las negociaciones, los cables de WikiLeaks revelan hasta qué grado presionaron a Estados Unidos a actuar de forma beligerante en la región.

  1. El diario The Economist ha sido muy crítico en la recepción de estos cables diplomáticos, al argumentar que estos documentos devienen en cotilleo político. Para los editores del periódico, esta filtración marca "otro paso hacia abajo para el concepto de WikiLeaks". Mientras que los registros de la actividad bélica en Irán y Afganistán tenían un propósito documental bien definido -- la denuncia de un hecho -- los textos diplomáticos son un caso aparte:

Los cables diplomáticos son algo completamente diferente [a las filtraciones anteriores]. Es parte de la naturaleza de la comunicación humana que uno no siempre diga lo mismo a cada audiencia. Hay razones perfectamente buenas por las que no siempre le dices la misma historia a tu jefe que a tu esposa. Hay cosas que Washington necesita explicarle a Riyadh sobre qué dijo Jerusalén; y cosas que Washinton necesito decirle a Jerusalén para explicar qué dijo Riyadh, y esos cables no deben cruzarse.

De acuerdo con The Economist, si hay algo que valga la pena liberarse, debe ser analizado por gente experimentada con diferentes perspectivas para analizar los méritos de publicar ese cable en particular. Pero sólo tomar tantos documentos como puedas y hacerlos públicos "no es una actividad socialmente valiosa". Tal como comenté el viernes en mi crítica, se ganaría más con golpes certeros en lugar de apostar por lo vistoso y espectacular.

  1. Sobre América Latina, hasta ahora sólo han aparecido un par de memos con alguna mención: uno sobre Hugo Chávez en una conversación entre diplomáticos de Estados Unidos y Francia sobre Irán; y otra sobre el temor de que Paraguay esté dando asilo a terroristas musulmantes y agentes iraníes. Se ha descubierto que 2,285 cables fueron emitidos desde la embajada de Estados Unidos en México, y seis de estos documentos mencionan a este país, aunque sin ninguna información prominente. Recordemos que WikiLeaks ya liberó documentos relacionados con la inteligencia mexicana en agosto.

  2. Por último, no fueron pocas las críticas que circularon en Twitter contra el periódico español El País, al que se le reclamó por ufanarse de la publicación, pero sin haber apoyado anteriormente al movimiento. La académica mexicana Gabriela Warkentin ha señalado en Twitter que el diario se regocijó en su exclusividad tras la revelación de los documentos de WikiLeaks. A propósito, Warkentin (quien colabora habitualmente en el diario) contrastó con la reacción sobria de otros medios como The New York Times o The Guardian.

Recuerden que pueden obtener más información en tiempo real en Twitter, a través de la etiqueta #cablegate. Seguiremos informando.

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