La historia se conoce de cabo a rabo: el analista militar Bradley Manning descargó miles de ficheros confidenciales del Pentágono, los guardó en un CD y se los envío a WikiLeaks. Bien, pues la justicia de Estados Unidos no ha conseguido comprobar que, en efecto, Manning haya mandado esos documentos a Julian Assange.
¡¿Cómo?! De acuerdo con las averiguaciones, lo que los fiscales saben con seguridad es que el militar descargó los archivos y los guardó en una unidad de almacenamiento móvil. Sin embargo, aún no hay evidencias que determinen que Assange fue el destinatario. Vale recordar que Julian Assange ha negado siempre que conozca directamente a Manning o que haya recibido los documentos de su parte. De hecho, el apoyo financiero de WikiLeaks a la defensa del analista militar siempre se ha manejado como una acción solidaria, jamás confirmado que el soplón es Manning.
Sin embargo, Bradley permanece preso después de darse a conocer una conversación con el hacker Adrian Lamo, en la que alega haber filtrado los archivos sobre Irak y los cables diplomáticos. En esa charla, Manning asegura que ha tenido comunicación directa con el fundador de WikiLeaks, e incluso afirma que ha subido datos para él.
No obstante, la conversación con Lamo no parece ser suficiente ante la Corte para vincular directamente a ambas figuras. Aunque es un secreto a voces, las autoridades de Estados Unidos no encuentran una evidencia contundente que permita aseverar esta alianza. A mí me resulta extrañísimo, pues desde la publicación de Collateral Murder, es de conocimiento popular el lazo que existe entre Manning y Assange. Empero, las investigaciones no han arrojado ninguna comunicación directa entre ambos personajes. Ni un correo electrónico, ni una llamada, ni nada. No hay vínculo entre ellos -- e incluso Assange alguna vez dijo que oyó de Manning por primera vez en los medios.
La justicia de Estados Unidos se devana los sesos para encontrar pretextos para enjaular a Assange por varias vidas, y no se descarte una visceral condena a muerte para el australiano. De acuerdo a la CIA, si no encuentran pruebas es porque Assange se encargó de cubrirlas, recibiendo la información de manos de un intermediario. Como sea, debe verse como una buena noticia, ya que si bien no cambia la situación, sirve para que tanto Bradley como Julian ganen tiempo de cara a uno de los juicios más polémicos de la Historia.