Stuxnet, el gusano informático que atacó la planta iraní de Bushehr en septiembre del año pasado, podría causar más estragos de lo que se pensaba. Un reporte de inteligencia por parte de "una nación que monitorea el plan nuclear de Irán" sugiere que el virus podría causar una fusión masiva en el reactor cuando la instalación regrese a la actividad. El documento indica que podría existir daño externo, así como una posible destrucción ambiental en la ciudad.

Aunque la fuente de este reporte permanece anónima, sin embargo, sus premisas se parecen a las que dio Dmitry Rogozin, embajador ruso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Rogozin compara al potencial destructivo por Stuxnet con minas explosivas. "Estas 'minas' podrían llevar a un nuevo Chernóbil". Asímismo, el político externó su preocupación para que la OTAN investigue la situación, pues no la considera un tema aislado.

No obstante, varios expertos se muestran escépticos de que Stuxnet haya causado este nivel de daño técnico. Lo que sí es probable es que, pese a la negativa de Irán, el virus se encuentre aún en el sistema de la planta. La proliferación del virus ha llegado hasta 100 mil computadores infectadas alrededor del mundo.

Tampoco ha quedado claro quién fue el responsable del ataque a Bushehr, aunque permanece la sospecha de que Israel se encuentra detrás de la operación. Hace unos meses quedó claro que Stuxnet sí había sido diseñado específicamente para un ataque hacia esa planta. No sólo eso, sino que se le considera como la pieza de malware más refinada jamás creada. ¿Serán tan grandes sus estragos como se presume?

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