Twitter no para. Recién en la MWC11, Dick Costolo se aventuró a decir que su servicio estará en todas partes. ¿Alguien lo pone en duda? Yo no. Una buena parte del éxito del alcance global radica en que logra trascender las fronteras del idioma gracias a los mismos usuarios. Aunque el inglés es considerado como un lenguaje universal, también es cierto que adecuar el servicio a otras lenguas ha ayudado mucho a la consolidación de la red social.

Por esta razón, Twitter ha anunciado que creará un centro de traducciones, el cual tiene encargado poner el servicio en ruso, turco e indonesio. Nuevamente, se confía en el poder colectivo, ya que serán los mismos usuarios quienes se encarguen de traducir por completo todo el sitio. Este fenómeno de glocalización --neologismo que indica la adaptación local de una idea global-- pone de manifiesto que las fronteras en Internet no existen. La barrera idiomática es superable mediante el esfuerzo conjunto y el trabajo entre todos. Twitter lo ha muy entendido bien.

También llama la atención que la red social vaya girando cada vez más hacia otros rumbos. Nacido como un servicio de la cultura occidental, ha sido muy bien acogido en otros frentes -- y que nos los cuenten los egipcios. Por esta razón, resultan fundamentales estas traducciones, que ponen al alcance de diferentes culturas el acceso a una herramienta poderosa, un espacio virtual de interacción, debate y construcción.

Quizá el único paso que le falta dar a Twitter es encontrar una manera de traducir lo que se habla en otros sitios. Sin embargo, aún resta bastante para llegar a ese punto. Pero no dudo, ni por un minuto, que el crecimiento de Twitter continúe este ritmo trepidante. En 2008, habían 27 tweets por segundo en el Súper Tazón; en 2010, fueron 4.000 por segundo. Yo sí le creo a Costolo.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: