La guerra entre Telcel/Telmex y el duopolio televisivo tiene un nuevo capítulo. Parece que la disputa entre los monopolios va para largo. Hagamos un recuento: todo inició en febrero de 2011 con el anuncio que hizo Carlos Slim de no renovar contratos de publicidad ni en Televisa ni en TV Azteca. La razón de la ruptura con Televisa fue un aumento de 15% las tarifas, aunque trascendió que se trató de una represalia por una demanda previa por prácticas monopólicas. El descontento con TV Azteca fue que la televisora condicionó un descuento si la telefónica accedía a bajar los precios de interconexión con Iusacell, operadora que pertenece también a Ricardo Salinas Pliego.

En respuesta, un grupo de proveedores de telefonía y televisión por cable --encabezados por Iusacell-- formaron la alianza "Todos contra Telcel". Este colectivo solicitó al gobierno mexicano que regulara el costo de las tarifas de interconexión. Telcel salió a responder que la inversión de cableado había sido realizada por la empresa y que si quería elevar su competitividad, que invirtieran en la infraestructura de comunicaciones del país. A partir de ahí, la guerra se movió hacia los tribunales.

Telcel lanzó su ofensiva al demandar por prácticas monopólicas a las televisoras. En responsiva, Iusacell acusó a Telmex y Telefónica de estar coludidos para fijar precios más altos en telefonía. El argumento es que Isidro Fayne, vicepresidente del Consejo de Telefónica, también forma parte del Consejo de Administración de Grupo Financiero Inbursa, propiedad de Carlos Slim.

Ahora se escribe un nuevo capítulo, pues Iusacell continúa con su diatriba contra Telcel. Ayer, la operadora de Salinas Pliego interpuso una demanda porque Slim suspendió el pago de febrero por concepto de interconexión. Sin embargo, sus argumentos son débiles, ya que Iusacell reconoce que no se sentó a dialogar la situación y que Telcel ha cubierto siempre puntualmente sus pagos. Del otro lado, la telefónica aduce que no pagó porque el monto solicitado era de un peso por minuto, cuando el acuerdo de la tarifa es de 95 centavos.

Del otro lado --como la serpiente que se come su cola-- Telcel demandó (¡otra vez!) a Televisa y TV Azteca por (¡adivinaron!) prácticas monopólicas. La empresa de Slim alega que las televisoras tienen un arreglo para manipular los precios de publicidad, así como venta condicionada de espacios. ¿Recuerdan cuál fue la razón que originó todo el desaguisado? En efecto: Telcel quejándose del alza de precios para anunciarse. No hay intención real de cambiar nada. Aquí sólo hablamos de una rabieta entre empresas de proporciones pantagruélicas. Ver para creer.

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