En los últimos tiempos varios han sido los golpes que ha recibido el servicio de música “primo” de Spotify de nombre Grooveshark, ese que al igual que el primero permite a los usuarios escuchar una gran cantidad de música bajo demanda y también subir sus propias canciones a la nube musical de Grooveshark. Pues bien, ahora los responsables de la empresa han decidido responder a los agravios con una carta pública y algún movimiento práctico. Pero antes de seguir, un poco de contexto.

El primer palo serio para Grooveshark, dejando a un lado las diversas demandas interpuestas contra ellos por varias discográficas, llegó cuando Apple decidió expulsar de la App Store su aplicación como consecuencia de una queja hecha desde Universal Music Group UK. El segundo tuvo lugar hace un par de semanas, momento en el que conocimos que Google había decidido seguir la senda marcada por Apple al expulsar de la Android Market la aplicación de Grooveshark --sin muchas explicaciones por el medio, los del buscador solamente comentaron que eliminaban la app porque “viola nuestros términos de servicio”--.

Y ahora que ya estamos todos puestos en antecedentes, ¿cómo ha respondido Grooveshark a estas tortas? Pues de dos formas como adelantaba arriba; con una carta pública y con un movimiento que ha consistido en poner a disposición del público la aplicación del servicio para Android directamente en su página web (por cierto que Grooveshark también está disponible en Cydia).

En cuanto a la carta --que puedes leer completa en inglés en Digital Music News y traducida en Bitelia-- la misma es una defensa con uñas y dientes de la legalidad de Grooveshark y el servicio en general. Dicen en ella sus autores que Grooveshark cumple con las leyes, que tienen acuerdos con grandes y pequeñas discográficas y que el único problema es que “todavía no tenemos todas las licencias de las discográficas”. Ademas añaden lo necesario que es hoy en día para la maltrecha industria musical la existencia de nuevos sistemas de distribución y rentabilización como Grooveshark y piden a Google y Apple que “abracen el espíritu de la competencia y hagan el bien por los propios usuarios aceptando nuestras aplicaciones disponibles para los consumidores de inmediato”.

Desgraciadamente me temo que hasta que Grooveshark no cuente con las licencias para absolutamente todo su catálogo musical, ni Apple ni Google podrán hacer mucho. Una auténtica pena ver como otra vez las anquilosadas leyes de copyright frenan en seco el avance de la innovación.

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