Malas noticias para Nokia y buenas, muy buenas para la taiwanesa HTC. Y es que esta última acaba de superar a la finlandesa en capitalización bursátil tras alcanzar en la sesión de ayer tal y como reporta Bloomberg los 33.800 millones de dólares frente a los 33.500 de la primera.
Los motivos son bastante directos, una sube con unos precios de las acciones que se han multiplicado por 4 en lo que va de año y la otra baja mientras ve como también en lo que va de año sus acciones se han desplomado un 20%. Y cuidado con HTC porque Nokia no es a la única a la que ha dejado atrás, también está por encima de otras grandes del sector como RIM, fabricante de las Blackberry, a los Sony Ericsson y a LG, sin duda toda una potencia a tener en cuenta. El pasado año se produjo un aumento en el pedido de smartphones de más del 72% según reporta Gartner mientras que el de los teléfonos móviles tradicionales sólo lo hizo un 32%. En otras palabras una parte muy importante del futuro no sólo de la telefonía móvil sino de la tecnología y el software en general pasa por los smartphones, con todo lo que ello implica.
El motivo de esta ascensión meteórica de HTC tiene forma de un pequeño robot verde y se llama Android, aunque la compañía ya fabricaba algún que otro smartphone equipado con un aparatoso Windows Mobile hace un par de años fue la entrada del sistema operativo de Google y la fuerte apuesta que la compañía taiwanesa realizó sobr+e él la que le ha otorgado unos resultados tan buenos. Ahora mismo, junto con Samsung y con terminales como el HTC Desire HD o el HTC Desire Z para mí es la mejor compañía fabricante de teléfonos Android con una interfaz personalizada, Sense, muy sólida y un catálogo muy atractivo, sin olvidar tampoco su incipiente apuesta en el mercado de los tablets.
Lo que queda claro de todo esto es que Android va a jugar un papel muy importante en el futuro de los smartphones y que conviene tenerlo muy en cuenta pues según algunos medios especializados para 2012 poseerá un 50% de cuota de mercado, más vale que sus responsables no se duerman en los laureles y continúe con la trayectoria tan buena que llevaban hasta ahora, a pesar del patinazo de ventas de Honeycomb. Mientras tanto, la supuesta perdedora aquí, Nokia, es la que sí tiene que ponerse las pilas y terminar de concretar su alianza con Microsoft y Windows Phone 7 sacando un terminal cuanto antes, si no quieren perder toda la cuota de mercado que les queda.