Si se les pregunta a todos los buenos aficionados al videojuego del lugar, muchos coincidirán en que Nintendo hizo un trabajo fantástico en el diseño del mando de su Gamecube. Habrá quien desconozca el controlador de esta pequeña joya cúbica, que fracasase comercialmente por el empuje de PlayStation 2. La idea central sobre la que descansaba era un botón predominante sobre el conjunto, aunador, de tal manera que todos los juegos primasen su desempeño.

Simplificación. Botones que casi pareciesen teléfonos inteligentes en sí mismos, pues de todo son capaces y a toda situación se adaptan. Es el mismo concepto que ha servido para engendrar el considerado primer Facebookmóvil del mercado, un smartphone fabricado por y para la multitudinaria red social.

Hoy mismo hemos sabido que su desembarco en España es inminente de la mano de Orange, quien se ha reservado el terminal durante los próximos meses. No es de extrañar: Facebook es un buen reclamo para cualquiera, máxime si el teléfono acaba vendiéndose erróneamente como primero en ver la luz en el seno de Zuckerberg y compañía.

El HTC Cha Cha (un Cha más en España por las connotaciones culturales) es en efecto la nueva apuesta de HTC en el segmento de los smartphones de gama media (Facebook se limita a la firma de acuerdos).

Si echamos un vistazo a sus peculiaridades, de hecho, ninguna destaca especialmente. Pantalla de 2.6" y resolución 480 × 320, procesador de 800MHz y ROM de 512MB. Se agradece sin embargo la inclusión de Gingerbread (Android 2.3) con la interfaz HTC Sense o un amplio teclado, indispensable para el esencial uso a que será sometido el aparato: interactuar con Facebook.

Para ello, como referíamos, el gadget cuenta con un botón centralizado a través del que controlar todas las funciones de la red social. El icono de Facebook se retroilumina en función del contexto de navegación, de tal manera que nos indique qué contenidos podemos compartir en nuestro muro con una sóla pulsación.

También es posible programarlo para que, por ejemplo, suba automáticamente todas las instantáneas o vídeos que vayan a tomarse en un evento específico o bien hacer check-in en el propio emplazamiento sin tecleo alguno de por medio.

HTC ChaCha también incorpora un aplicación nativa de Facebook Chat a la que podemos acceder instantáneamente, manteniendo todas las conversaciones simultáneas que queramos.

No hay que ser muy listo para darse cuenta que este modelo está pensado para una rápida masificación, gracias en parte al atractivo precio que permitirán sus endémicas características. Ahora bien ¿tiene sentido a estas alturas que un teléfono se decante tanto por una plataforma social? Por supuesto el ChaCha permite seguir accediendo a Twitter y otras, pero me pregunto si su específica configuración no terminará resultando incómoda para otros menesteres ajenos a Facebook.

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