La seguridad es básicamente una superstición. No existe en la naturaleza. Evitar el peligro no es más seguro a nuestra exposición al paso del tiempo… La vida es una aventura atrevida o no es nada...

Esta cita de otra pionera en su tiempo, la activista, autora y oradora sordociega Helen Keller bien podría valer como explicación del sentir de estos locos héroes del aire. Pocas veces el hombre ha estado tan cerca de convertirse en un auténtico pájaro, de volar sin la necesidad de un equipo más allá de sus extremidades y un mono que le permita desplegar la trazada. Conocidos como Wingsuits, estos trajes se han ido modificando a lo largo del tiempo desde 1930 hasta nuestros días. Un traje especial que tiene la capacidad de permitir no solo el vuelo, sino un aumento significativo de ascensión durante el mismo variando el eje. Algo muy parecido a un traje de superhéroe y que tristemente nunca hubiera podido existir sin la muerte de unos pioneros que fueron modificando su seguridad para intentar lograr el gran sueño del hombre, volar.

Los primeros modelos de lo que hoy sería un Wingsuits datan de 1930. En este caso se trataban de unos modelos construidos en materiales tan dispares como una tela, madera o incluso acero. Unas pequeñas alas para planear con el único propósito de aumentar el vuelo y su movimiento horizontal en el aire. Evidentemente su fiabilidad debía de ser muy baja.

Esos primeros intentos a comienzos del siglo XX fueron evolucionando hasta lo que se conoció como el primer Wingsuits fiable. Fue en 1997 y lo presentó el paracaidista Patrick de Gayardon. Se trataba de un equipo que mostraba una seguridad sin precedentes y que conseguía un vuelo de gran rendimiento. Gayardon murió al año siguiente probando un nuevo modelo que al parecer tenía un defecto en el diseño.

Ese mismo año, en 1998, Tom Begic, profesional de la modalidad de Base Jumping, reprodujo a través de una foto un traje idéntico al de Gayardon. Modificó las alas del traje y le incluyó alguna ideas propias. Begic había construido sin saberlo un traje pionero. Este Wingsuits fue creado para acompañar al saltador y sus amigos y que pudiera recoger las mejores tomas de los saltos que realizaban en los acantilados. Al año siguiente se creó la primera empresa de fabricación de Wingsuits bajo el nombre de Birdman Inc. cuyos socios serían Begic, Jari Kuosma y Robert Pecnik. El hombre comercializaba así el traje que realizaba los sueños de cientos de miles de visionarios en el tiempo, podíamos volar bajo cierta seguridad.

Básicamente, lo que consiguió el Wingsuits es una nueva modalidad de deporte extremo. El cuerpo vuela en el aire a través de un traje con superficie de tela entre piernas y axilas. El vuelo puede comenzar desde un avión, montaña o acantilado y permite (y es obligatorio) la apertura de un paracaídas al final del descenso.

Basado en tres conceptos: salida, vuelo y aterrizaje, la salida depende del medio. Si se sale de un avión es más complicado.Dependen de la orientación de la aeronave o el flujo del aire al salir, por lo que requiere de técnicas avanzadas de paracaidismo. El vuelo más común y extendido con los Wingsuits (actualmente también conocidos como Vampires) se hace a través de helicópteros, globos o cimas. En este caso la ausencia de viento que encontramos en un avión obliga a variar la salida, en este caso se utiliza una caída vertical usando la fuerza de gravedad para acelerar y generar velocidad para que el traje pueda convertir en un ascenso.

El vuelo es sin duda el elemento más increíble conseguido. Los trajes Wingsuits consiguen a través de la posición del cuerpo elevar y arrastrar el cuerpo a nuestro antojo, pudiendo variar incluso la velocidad, además de la trazada. Existen multitud de posiciones que con el tiempo se han perfeccionado, desde cambiar el torso a la flexión de los hombros, las caderas o las rodillas.

Actualmente existen varias compañía dedicadas a la instrucción de este tipo de vuelo si alguno se ve capacitado. EG Wingsuits, Phoenix-Fly o Fly Your Body dan cursos de entrenamiento para poder ser Supermán por un día. Noruega, Finlandia o Croacia son los lugares más concurridos para la práctica de este deporte extremo y salvaje con el que el hombre puede sentir cómo es esa sensación que tiene un ave…

Podéis encontrar cientos de vídeos sobre la modalidad, pero por su originalidad he elegido los siguientes. El primer vídeo y el segundo pertenecen a un mismo lugar. Posiblemente se trate del punto del planeta más espectacular para filmar o tomar fotos del vuelo. Se encuentra en la montaña de Trollstigen (Noruega). Una carretera de gran pendiente te lleva hasta ella y es a mitad de camino donde muchos curiosos se paran a observar una imagen espectacular de los Vampires. Ambos vídeos estan tomados desde diferentes perspectivas, por lo que nos podemos hacer una idea del vuelo de un Wingsuits. Los dos últimos vídeos son simplemente espectaculares, ambos recogen la esencia de este deporte.

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Imagen: Mark Harris

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