El 11 de septiembre se filtró en varias webs el contenido del cable bajo el título de Doha. En el mismo se revelaba cómo los funcionarios de Estados Unidos solicitaban la eliminación de contenidos "molestos" en la web de Al-Jazeera. El cable iba más allá, ya que el contenido indicaba que el director general del medio, Wadah Khanfar, se había reunido con el gobierno de Estados Unidos aceptando los términos que se le pedían y eliminando y alterando los contenidos del sitio. Wadah Khanfar acaba de presentar su dimisión hace unas horas.

La renuncia en su puesto tras ocho años en la red significa que aunque de forma velada, ya que ha afirmado que su renuncia estaba pactada hace un mes, los documentos mostrados en el cable son totalmente ciertos y por tanto Estados Unidos habría estado manipulando Al-Jazeera desde el año 2005, momento en el comenzaron las reuniones.

La filtración del cable emitida en el 2010 indicaba que Khanfar estaba en constante contacto con las Agencias de Inteligencia de Defensa en Estados Unidos en respuesta a las quejas sobre la cobertura negativa que se hacia. En el mismo, Khanfar prometía rebajar la intensidad de lo que se decía en la web.

Uno de los ejemplos claros de los modos de actuación de Khanfar a raíz del problema que presentaba Estados Unidos aparece en el cable tras la publicación de un artículo en la web sobre varios testimonios en vivo. El artículo mostraba a 10 testigos que narraban como actuaban las fuerzas militares de Estados Unidos en Irak. Khanfar, según el cable, había "echado un vistazo a la obra" y eliminado dos imágenes de niños heridos en camas de hospital y la de una mujer gravemente herida en su rostro.

La noticia de hoy amanece con un comunicado del medio donde afirman que el director había expresado en el mes de julio su intención de dimitir y que su reemplazo se había organizado el mes pasado para asegurar una transición sin problemas. El cable filtrado no se menciona en ningún momento aunque parece que la dimisión ha "coincidido" con la información de WikiLeaks.

Por su parte el director del medio se ha dirigido a través de su cuenta de Twitter justificando su dimisión y alegando que la red necesita una renovación y un cambio. También ha respondido a quienes vinculan la renuncia con el cable diciendo que "me he entretenido mucho con todos los rumores de mi renuncia".

Sea como fuere, parece bastante claro que existe conexión clara entre los cables filtrados y la postura adoptada por el director. Por encima de la renuncia, la divulgación del cable y la temprana "respuesta" de Khafar dejan en muy mal lugar a un medio como Al-Jazeera y la reputación que había obtenido hasta entonces. Por último, constatar una vez más el modo de actuación de Estados Unidos en la red aplicando métodos de coacción en cualquier tipo de ámbitos. Claro que quizá nunca nos hubiéramos imaginado que la mano del gobierno se encontraba en el interior de un medio como Al-Jazeera.

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