El artista alemán Aram Bartholl, creador de las maravillosas Dead Drops y los infames Speed Shows, considera que los hackers deberían de considerar seriamente explorar las posibilidades artísticas del código que escriben.

Recientes eventos nos muestran nuevamente que el código y su poder sigue siendo subestimado por el público y los gobiernos. La forma en la cual es código es escrito, su calidad, lo abierto, lo cerrado, etc.., tiene un gran impacto en el camino que la sociedad puede tomar. Algunos pequeños cambios o características en el código pueden resultar en una enorme pérdida de valores democráticos o provocar un estado de vigilancia oculto. Debido a que en realidad solo algunas personas pueden leer y entender código es muy importante que sea comunicado, discutido en público y ¡hacerlo arte! :)

El periódico alemán FAZ publicó hace unos días en su versión impresa, el código entero del trojano federal , o "R2D2", que la compañía DigiTask vendió al gobierno de Bavaria y que se extendió en más agencias federales en Alemania, con el fin de espíar a sus propios ciudadanos de forma ilegal.

Atinadamente, FAZ nos recuerda a todos la célebre frase de Lawrence Lessig: “El código es la ley”… el pequeño problema es que el spyware que utilizó el gobierno alemán para vulnerar la privacidad de sus ciudadanos, usa el código para de hecho, romper la ley.

Aram utiliza la impresión de FAZ para enseñar a los programadores como convertir fácilmente su código (o el de gobiernos entusiastas del espionaje ilegal), en arte:

Pues sí, el código es ley … y con un "marco alrededor, colgado en una pared" y posiblemente, generando una discusión pública al respecto — también arte.

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