Al parecer expresar oposición política en Rusia no es algo bien visto por la autoridades, sin importar la escala. The Guardian reporta que las autoridades de Barnaul en Siberia, están investigando la legalidad de micro-protestas con figurines que han aparecido en la ciudad para protestar en contra de las cuestionadas elecciones en Rusia.

Andrei Mulintsev, encargado de la policía local declaró a la prensa:

La oposición política esta utilizando nuevas tecnologías para celebrar eventos públicos — utilizando juguetes con letreros en mini-protestas.

Aunque las fotografías son adorables, en el fondo, son una muestra de la opresión que existe en Rusia, además de prueba del ridículo miedo a la expresión por parte de las autoridades rusas.

El colectivo de arte ruso Voina ha expuesto en varias ocasiones el autoritarismo del régimen ruso en escalas monumentales. Esta acción fue llevada a cabo enfrente de las oficinas de la extinta KGB.

Dicen por ahí que la gente le tiene miedo a lo que no entiende. Aquellos en el poder al parecer desconocen (o prefieren ignorar) qué es la democracia y su relación con la libertad de expresión y la creatividad. Protestas miniatura para democracias miniatura. Tiene sentido ¿no?

Visita la galería completa de las micro-protesas rusas en The Guardian.

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