Ayer se celebró la edición de 2012 de los Premios Goya, esos a los que algunos le dan la categoría de “fiesta del cine español” y en mi opinión habría que llamar “la pantomima del cine español”. Pero no vengo a valorar la gala en sí, que en resumidas cuentas fue un aburrido montaje en el que reinó el ombliguismo, si no el lamentable discurso que en ella pronunció Enrique González Macho, el actual presidente de la Academia de Cine después de que Alex de la Iglesia dimitiera del cargo, presiones mediantes, tras soltar un discurso magistral en la gala 2011 de los premios.

En su intervención en la gala González Macho dio su visión sobre diversos temas de candente actualidad relacionados con la industria cultural cinematográfica, y no pudo ser más decepcionante. Soltó reflexiones como las siguientes:

  • Internet no es una alternativa ni sustituto, ni tan siquiera un complemento al enorme esfuerzo económico que supone producir cine

  • TVE es un sostén muy importante del cine español, esperamos que se mantenga

  • [En relación a Internet] No dudamos de que formará parte esencial de nuestro futuro, pero este futuro todavía no ha llegado

  • Hoy por hoy, prácticamente la totalidad de la economía del cine, los recursos que hacen posible la producción cinematográfica, no proceden de Internet, proceden esencialmente de las salas cinematográficas, de la televisión, del DVD y de otras formas de comercialización

  • [En relación a Internet] debe estar regido por el respeto y la responsabilidad

Hubo más, por ejemplo también es digna de mención la siguiente perla dicha por Marta Etura, una de las vicepresidentas de la academia que compartió la lectura del discurso con el presidente:

[En relación a los premios internacionales que reciben los profesionales del cines español] deberían servir para conquistar a ese público minoritario que de forma visceral, que no racional, trata con indiferencia y en algunos casos con hostilidad nuestro trabajo

Sí, aunque cueste asimilarlo esta gente es la que lleva los mandos de la Academia de Cine, institución cuyo objetivo principal es impulsar el desarrollo del maltrecho cine español a nivel nacional e internacional, justo lo contrario que conseguirán porque su visión del sector y lo que le rodea se aleja completamente de la realidad, los planes de futuro que se les intuyen son fórmulas que sabemos no funcionan, y la actitud deja mucho que desear.

Por un lado el señor González Macho tiene el cuajo de afirmar que Internet no es una alternativa y lo ve como algo de futuro, mientras por ejemplo YouTube recibe millones de visitas a diario, Netflix sigue creciendo y ya produce contenidos propios junto a Hulu, no paran de nacer nuevos proyectos de distribución de contenidos audiovisuales como Filmin y Youzee o Apple a través de iTunes Store lleva años generando importantes ingresos con la venta y alquiler de películas.

Es decir, que los modelos en Internet para potenciar la economía del cine ya existen, son algo del presente. Otra cosa bien distinta es que ellos estén completamente perdidos y además de no entenderlos dificulten constantemente que despeguen.

Por el otro en contraposición a lo explicado, el discurso deja ver que para ellos el presente y futuro pasa por... lo de siempre, lo que tanto a la industria audiovisual como a empresas y usuarios ha llevado a la complicada situación en la que nos encontramos: proteger estrategias caducas, que chocan con los actuales hábitos de consumo de la mayoría, mediante el impulso de legislaciones que se pasan por el arco del triunfo derechos básicos y provocan que haya menos libertad en Internet, y tirar de las ayudas públicas de “papá Estado”.

Rematando la jugada, ahondan en la cultura del lloriqueo. Dice la señorita Marta que los premios deberían servir para conquistar al público minoritario que a su criterio de forma visceral pasa de las películas nacionales. Pero se equivoca, son miles y no una minoria los que no consumen cien español, y no lo consumen simplemente porque consideran que la mayoría es una basura. Tampoco es su culpa, se olvida la presidenta que la gente no tiene obligación de consumir lo que ellos quieran o consideren de calidad; el público consume lo que le da la gana y es la industria la que debe adaptarse a él y no al revés.

Y por todo esto, Enrique González Macho y todos los que piensan como él son el verdadero problema. Frenan la innovación, impulsan peligrosas legislaciones, intentan dinamitar hasta tecnologías, como el P2P, manifiestamente beneficiosas para el conjunto de la sociedad, están alejados del todo de la misma y apuestan por lo que ya no funciona. En resumen, lo que sea con tal de mantener su status quo, que no tiene nada que ver con potenciar la cultura.

Los números y hechos hablarán. Me apuesto mis cuatro ahorros a que en 2012 nada mejorará, al contrario, y entonces nuevamente será el momento de recordar el discurso de Alex de la Iglesia y pedir otra vez que vuelva, porque gente como él es la necesaria, no Camachos y Sindes.

Actualización: Como bien apuntan en los comentarios, uno de los dueños de Filmin es Enrique González Macho. Ante esto nos podemos preguntar muchas cosas, por ejemplo cómo es posible que siendo dueño de Filmin y presidente de la Academia de Cine en el sitio no estén disponibles la mayoría de películas nominadas en los Goya, desde "No habrá paz para los malvados" hasta "La voz dormida" o "Blackthorn", y la respuesta siempre será la misma y en la línea de lo ya comentado: incluso contando él con una plataforma digital de distribución, Macho no tiene ninguna intención de impulsar los cambios que el modelo de negocio necesita para que dichas plataformas puedan competir y crecer mucho más y más rápido. No exigirá nada a las multinacionales y entidades de gestión que hoy controlan la industria, es más fácil que todo se adapte al modelo que tantísimos ingresos les ha generado, aunque esté agotado, que seguir el camino contrario.

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