Hacía bastante tiempo que no dedicábamos estas líneas sobre historia de la tecnología al mundo del ocio electrónico y los videojuegos, una industria que también ha contribuido enormemente al mundo de la tecnología tanto de manera directa, gracias al desarrollo de plataformas y sistemas, como de manera indirecta, sirviendo como plataforma de demostración (como Tennis for Two). La industria de los videojuegos tiene en su haber un gran número de personajes clave que impulsaron el ocio electrónico y lo convirtieron en algo rentable con un mercado a escala mundial pero, entre todos ellos, hay una persona muy especial: Ralph H. Baer, responsable de múltiples proyectos entre los que se encuentra la primera videoconsola de la historia.

Ralph H. Baer nació el 8 de marzo de 1922 en Rodalben (Alemania) en una familia judía y, en 1933, con la llegada del partido Nazi al poder, fue expulsado de la escuela en la que estudiaba para ingresar en una escuela exclusiva para judíos. Con el clima antisemita que se respiraba en Alemania en 1938, la familia de Baer decidió huir del país y en septiembre de dicho año emigraron a Estados Unidos. Con 11 años de edad, Baer comenzó a trabajar en una fábrica para poder aportar dinero a su familia y lo compaginó con sus estudios.

En 1940, Ralph Baer se graduaba en el Instituto Nacional de Radio obteniendo el título de técnico de radio y 3 años más tarde, en plena Segunda Guerra Mundial, fue reclutado por el Ejército de Estados Unidos. Durante su servicio en el Ejército, gracias a sus conocimientos técnicos, fue destinado al cuartel general del servicio de inteligencia del ejército en Londres, lejos de la primera línea de combate. Tras finalizar la contienda, y de vuelta en Estados Unidos, la beca de ex-combatiente le permitió acceder al mundo universitario y se matriculó en una carrera totalmente nueva y relacionada con un invento que la Segunda Guerra Mundial había dejado en dique seco: la televisión. Baer fue uno de los primeros Ingenieros en Televisión del mundo y obtuvo su titulación en 1949 en el Instituto Estadounidense de Tecnología de Televisión de Chicago.

Al finalizar sus estudios, Baer obtuvo un puesto de ingeniero jefe en una pequeña empresa que fabricaba equipos médicos electrónicos, llamada Wappler Inc., en la que diseñó equipos quirúrgicos o electroestimuladores musculares. Tras dos años en Wappler, Baer dio el salto a Loral Electronics en la que diseñaría un equipo de señalización destinado a IBM y, entre 1952 y 1956, permanecería en Transitron Inc. para pasar, en 1956, a Sander Associates (hoy en día BAE Systems), una empresa que trabajaba en proyectos de sistemas electrónicos para el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

En 1966, con Spacewar! causando furor entre los pioneros de la computación, Baer comenzó a elucubrar una idea que sería clave para crear la industria de los videojuegos que hoy en día conocemos: *un sistema de entretenimiento que se pudiese conectar a un aparato de televisión y que permitiese jugar a juegos en casa. Comenzó a trabajar en secreto en el proyecto, tanto en diseños como en la fabricación de un prototipo que vería la luz en marzo de 1967 gracias a la colaboración, en secreto, de un par de compañeros de trabajo.

El propósito de la invención es conseguir una larga variedad de dispositivos de entrada de bajo coste que puedan ser usados por un operador para comunicarse con un televisor monocromático o color estándar comercial y sin necesidad de realizar modificación alguna.

Además, dentro de sus primeros trabajos, Baer fue capaz de definir una clasificación de los distintos tipos de videojuegos que se podían desarrollar: juegos de acción, juegos basados en tableros, juegos artísticos, juegos educativos, juegos de azar, juegos de cartas y juegos deportivos, que tendrían como denominador común un sistema de puntuaciones con el que poder sacar estadísticas y resultados de las partidas de los usuarios.

Al prototipo le acompañaba una serie de juegos (ping-pong, voleibol y un juego de una galería de tiro para el que habían diseñado un rifle que era capaz de detectar los blancos en la pantalla de TV, siendo ésta la primera pistola de luz para videojuegos de la historia) con los que Baer pretendía recorrer múltiples despachos para presentar el proyecto, incluyendo los de sus jefes Sanders Associates. A sus jefes les gustó la idea y le dejaron desarrollarla durante 5 meses más y lo dotaron con un presupuesto de 2.000 dólares. Así fue como nació la Brown Box pero, tras presentarla en Sanders Associates, la idea no gustó a los directivos de la empresa. Poco más tarde, la compañía de TV por cable TelePrompTer Corporation, que era cliente de Sanders Associates, se interesó por el proyecto pero al no materializarse las conversaciones en un acuerdo comercial, el proyecto Brown Box se canceló.

En 1968 Baer patentó sus ideas y siguió la ronda de visitas a empresas hasta dar con Magnavox y un ejecutivo, llamado Bill Enders, que apostó por el proyecto en 1971 y firmó con Sanders Associates un acuerdo para fabricar el producto y comercializarlo bajo el nombre de Magnavox Odyssey, una consola de la que se vendieron más de 350.000 unidades y que abrió la puerta al desarrollo de un importante catálogo de juegos y periféricos. Gracias al tesón de Ralph Baer nació, realmente, la industria de los videojuegos y la Magnavox Odyssey atraería a otros pioneros como, por ejemplo, Nolan Bushnell, creador del Computer Space y fundador de Atari.

Su vinculación al mundo del ocio electrónico no terminó con la Magnavox Odyssey puesto que, a finales de los 70, desarrollaría un juego que hoy en día se sigue fabricando y que, por ejemplo, también está disponible en plataformas móviles: Simon, el juego electrónico en el que el usuario debe recordar patrones de luces y reproducirlas en el mismo orden. Baer siguió vinculado a Sanders Associates hasta jubilarse de la compañía en 1987 pero no se limitó a trabajar solamente ahí. en 1983, junto a Bob Pelovitz, inventaron y comercializaron ideas de juguetes, juegos y videojuegos, algo que aún siguen haciendo.

Ralph H. Baer ha sido galardonado con múltiples premios, además de ser life senior member del IEEE ( Institute of Electrical and Electronics Engineers):

Legend Award de G-Phoria (2005) por su trabajo en el desarrollo de videojuegos Medalla Nacional de Tecnología (2006) por desarrollar la primera consola de videojuegos y ser el padre de dicha industria IEEE Masaru Ibuka Consumer Electronics Award (2008) Miembro del Hall of Fame de Inventores Nacionales de Estados Unidos (2010), Departamento de Comercio del Gobierno de EE.UU.

En el año 2006, Ralph Baer cedió al Instituto Smithsonian todos los documentos relativos a sus trabajos en la industria de los videojuegos para que pudiesen ser consultados por cualquier persona interesada, una documentación que vale la pena ojear.

Imágenes: Norman Rockwell Museum y Ralph Baer

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