Probablemente no haga falta aclararlo, pero soy un feliz usuario de dispositivos iOS, es decir, me encanta mi iPhone y me encanta mi iPad, creo que ha sentado las bases de la forma en que vamos a interactuar con la tecnología durante los próximos 20 años. Inclusive llego a sentirme más cómodo con iOS que con cualquier otro sistema operativo, incluyendo Mac OS X.

Tampoco me haga falta aclararlo, pero Android, desarrollado por Google y la Open Handset Alliance es el otro gran sistema operativo móvil, y del que supuestamente más preocupado debería estar Apple.

Pero yo no estoy de acuerdo. Antes que corran a los comentarios a decirme que soy un fanboy, no dejen de leer: no digo necesariamente que Apple no puede tener competidores, sino que creo que es, nuevamente, Microsoft, sobre todo ahora que está trabajando de la mano con Nokia, que podría tener los medios, el software y el nivel de innovación necesarios para poner realmente nervioso a las tropas en Cupertino.

Y es que me he hecho un fanático del Lumia 800. Lo recibí dos semanas antes de que se empiece a vender a nivel mundial y he quedado sumamente sorprendido. La última vez que escribí sobre un teléfono de Nokia fue cuando reseñé el N97. Aunque en hardware había buenas ideas, el software era una mierda absoluta. Ya en 2007 cuando salió el N95, Symbian era un sistema operativo que se veía y se sentía muy viejo, en 2009, cuando se lanzó el N97, mucho más.

Hay que entender cuál es el foco de Nokia el cual también se aplicaba, hasta hace muy poco, a su gama de smartphones: tener un catálogo de centenas de productos que se ajusten a usos sumamente específicos determinados por el hardware y no por el software. Por ejemplo: si eres una persona que le gusta escuchar música y entretenmiento, entonces necesitas una terminal de la línea N. Si eres una persona que usa aplicaciones de productividad y usas dispositivos móviles para trabajar, necesitas un teléfono de la gama E.

Para Nokia el software era un componente más y la innovación iba a aspectos poco relevantes en un dispositivo móvil. Cuando salió el iPhone, Apple además de cambiar para siempre el panorama de la telefonía móvil, demostró que la innovación debía ser en el desarrollo de una plataforma de software sumamente poderosa que se ajuste a las necesidades particulares del usuario. Es decir, que quien compra el teléfono determina qué puede hacer con el dispositivo y no al revés.

Pero Nokia mantuvo una actitud sumamente soberbia durante todos estos años, descartaron a Apple como un intento poco relevante y mantuvieron una posición que en pocos meses recibió el sello de "caducada".

Después de un cambio de CEO, un claro cambio de estrategia y deseos reales de volver a ser relevantes, Nokia decidió adoptar a Windows Phone 7 como plataforma para smartphones y dedicar sus esfuerzos en una sola línea de terminales, los Lumia.

Tan solo al sacar el teléfono de su caja se siente ese cambio de estrategia, esa mirada hacia otro lado, hacia un lugar en donde el hardware es tan solo un contenedor de una plataforma sumamente poderosa, sumamente bien construída, sólida y con potencial bastante increíble.

Si hay algo que Nokia siempre hizo bien, es en la fabricación de los dispositivos y en mi opinión Lumia 800 no decepciona en este aspecto. Sí, es un look heredado del N9 (ese teléfono que salió en algunos países con MeeGo). Es sumamente bonito, tiene personalidad sin necesidad de intentar parecer a un iPhone. Tiene formas curvas en los bordes que hacen muy cómodo mover el dedo de un lado al otro.

La pantalla aprovecha bastante bien la naturaleza de fondos negros de la interfaz de Windows Phone 7 con altos contrastes. Este es uno de los grandes secretos de Nokia para hacer que el emparejamiento de hardware y software funcione bien. Se usa una pantalla AMOLED de tal forma que cualquier área de color negro en la interfaz se ve realmente de color negro. Nokia lo ha llamado "ClearBlack". Las pantallas LCD "emulan" el negro con grises muy oscuros, pero simplemente no es lo mismo y lo notas inmediatamente al usar el teléfono. que también resaltan lo suficiente el hecho que Metro (el nombre con el que adoptaron la interfaz gráfica del sistema operativo) se basa en tipografías más que en íconos.

Nokia también se ha tomado el trabajo de prestarle suficiente atención a los detalles, desde la pequeña compuerta para el puerto micro USB, pasando por la forma en que se inserta el microSIM (en mi opinión una solución mucho mejor trabajada que la de Apple) hasta el hecho que en el frente del teléfono hay un solo relieve, es todo pantalla, incluyendo los cuatro botones dedicados de Windows Phone 7.

El cuerpo del Lumia 800 está fabricado en una sola pieza de policarbonato y pantalla es Gorilla Glass además de tener un peso adecuado (soy de los que no soportan los gadgets ultra-livianos de plástico barato). Atrás tiene una cámara Carl Zeiss Tessar con un lente de apertura f/2.2, del cual hablaremos más adelante.

Windows Phone 7

¿De qué sirve un hardware bien fabricado si la plataforma que ejecuta es una basura? Respuesta respondida durante todos los años que Nokia insistió con Symbian. Y como explicaba antes se agradece que hayan recapacitado. Creo que Windows Phone 7 es un sistema operativo con más futuro, más base y mucho mayor nivel de innovación que Android. Creo que lo que Microsoft ha conseguido al no seguir la tendencia de Apple en la forma de pensar cómo debe ser un sistema operativo móvil es sumamente acertada y demuestra que siempre hay diferentes formas de llegar a un objetivo. Es decir, el lograr que el usuario pueda hacer muchas cosas y bien en un dispositivo móvil con una pantalla pequeña.

Windows Phone 7 hace las cosas muy diferente a lo que estamos acostumbrados en iOS (y por lo tanto Android). La pantalla inicial no está compuesta de íconos que representan aplicaciones o de "widgets" sino de mosaicos que pueden ser aplicaciones, pero también puede ser una lista de canciones de Spotify o el acceso directo a una acción particular en el sistema operativo.

Pero además, esos mosaicos también sirven para mostrar información. Desde el número de correos electrónico no leídos hasta el clima en la ciudad donde estás. Esa pantalla inicial puede modificarse con acciones y gestos. Con un movimiento del dedo hacia la izquierda se muestra todas las aplicaciones instaladas en lista. Así de simple.

Windows Phone 7.5 soporta multitarea y la forma de cambiar de una aplicación a otra me recuerda a WebOS, manteniendo el dedo presionado sobre la pantalla se hace un "zoom out" y muestra las aplicaciones abiertas (quienes tienen un iPhone, el efecto es similar al cambio de páginas abiertas en Safari para iPhone). Es una solución de experiencia de usuario bastante bien lograda que en mi opinión es claramente superior a lo propuesto en Android, especialmente si lo comparo con la forma en que lo hicieron en Ice Cream Sandwich.

Pero si tuviera que resumir cuáles son los dos puntos claves que hacen que me guste tanto Windows Phone 7, al nivel de la interfaz gráfica, son:

  1. Consistencia a través de todas las terminales, todas las versiones y todas las aplicaciones. No hay forma que los fabricantes de terminales (o las operadoras) modifiquen el sistema operativo para sus propias necesidades o para diferenciarse de la competencia. Así mismo, las aplicaciones tienen límites sobre lo que se puede y no se puede modificar de la interfaz, por ejemplo: los menús se ven igual en todas las aplicaciones, el botón de búsqueda siempre estará en el mismo lugar. Por otro lado la versión 7.0 funciona a nivel gráfico de forma muy similar a la versión 7.5, sobre todo manteniendo consistencia por partir de la misma base sólida (Metro). Este es el problema más grande que tiene Android. Solo basta mirar a Android 1.5 y compararlo con Android 4.0, hay tantos cambios y tantas inconsistencias en el camino que por momentos me parece inaceptable. Y como consumidor me importa muy poco si un sistema operativo es abierto/cerrado y la consecuencia, a nivel gráfico, de esto (el plano filosófico lo podemos dejar para otro artículo).

  2. El claro esfuerzo por lograr hacer cualquier tipo de tarea en el menor número de pasos posible. Microsoft ha hecho mucho énfasis en esto y estoy de acuerdo, una interfaz efectiva es aquella que me permite hacer las cosas de la manera más simple y más rápida posible. Ejemplo: hay niveles de integración en diferentes partes del Sistema Operativo con los que puedo compartir una foto en Twitter o Facebook en dos o tres clics. Es posible hacer una búsqueda en la web, sin importar dónde esté, en literalmente, dos clics. Si así lo deseo, puedo empezar a escuchar mi lista de canciones favorita de Spotify en un solo clic (agregándola a la pantalla principal).

Ecosistema de aplicaciones

Pero no todo es bueno. El talón de aquiles de Windows Phone 7, al menos al momento de publicar esta reseña, es el ecosistema de aplicaciones que aún no madura y que está tardando bastante en hacerlo. Sí hay algunas aplicaciones que llegan a ser mejores a su contraparte en iOS o Android (especialmente Evernote, Spotify). Pero por el momento no existe un cliente para Twitter que sea realmente bueno, no hay el nivel de especialización de las aplicaciones en el App Store de Apple y en promedio una gran mayoría carecen de calidad.

El tema con el ecosistema es que su desarrollo es complicado y tiene que existir una serie de condiciones para que crezca y madure. Por un lado los desarrolladores tienen que sentir que hay una base de usuarios lo suficientemente grande como para que dediquen recursos a la plataforma. Por otro lado el dueño del sistema operativo tiene que ofrecer herramientas muy buenas que permitan que los desarrolladores puedan crear dichas aplicaciones de la mejor manera posible. Además las condiciones de venta tienen que ser muy sencillas para que los posibles clientes no sientan esfuerzo al comprar.

Con Windows Phone todavía no parece haber la cantidad suficiente de usuarios como para atraer una masa crítica de desarrolladores y empresas que se dediquen a hacer aplicaciones para el sistema operativo. El segundo punto no es un problema porque Windows ha sido especialista por años en "consentir" a los desarrolladores, pero el tercer punto para mi es el más problemático. Windows Phone usa los Windows Live ID que es un gran ejemplo de la "vieja era" de Microsoft: complicado desde su nombre hasta su forma de funcionar. De todas las cosas que he hecho con el Lumia que estoy probando esto ha sido, por mucho, lo más complicado y lo más alejado de la experiencia de usuario que da el teléfono y el sistema operativo.

Para agregar más problemas a la mezcla, Nokia también tiene su propio sistema de identificación que funciona para ciertas aplicaciones que vienen pre-instaladas en el teléfono (Nokia Music, Nokia Maps, por ejemplo) haciendo más complicadas las cosas, confundiendo más a las personas y teniendo que dar muchos más pasos para hacer una sola cosa, algo que va en contra de la filosofía misma del funcionamiento del sistema operativo.

Ese es el gran problema del Lumia y es lo que sucede cuando una sola compañía no tiene el control de todas y cada una de las partes del dispositivo y de todas y cada una de las partes dependientes del ecosistema. Comparado con un iPhone aquí es donde el Lumia pierde por KO y al primer round.

Cámara

Nokia siempre ha tenido una gran reputación cuando se trata de construcción del hardware, también lo ha tenido con algunas de las cámaras que ha incluido en varios de los modelos que ha lanzado en el pasado. La pregunta es si el Carl Zeiss Tessar cumple las expectativas o no.

La respuesta es complicada. En condiciones buenas, la cámara es buena. Si vas por la calle y sacas fotos durante el día, muchas te quedarán bien. Las tomas en condiciones de luz complicadas y las fotos aparecen como si estuvieran "lavadas", como si las imprimieras, las pasaras por agua, las re-scannearas y las vieras en la pantalla. No tengo claro si eso es problema del sensor o del sistema operativo.

Una de las mayores críticas que tiene el Lumia 800 es la falta de una cámara frontal. Al momento de escribir esta reseña, Microsoft ya ha lanzado una beta de Skype para Windows Mobile 7. Es una primera versión con muchos fallos y yo sigo creyendo que no hace falta realmente. Entiendo que en menos de un año esto cambiará y todos los Lumia deberían traer una cámara frontal buena. Y estoy seguro que así será. De hecho el Lumia 900 lo incluye.

Algunos ejemplos de fotos tomadas alrededor de Callao, en Madrid:

Batería

La batería del Lumia 800 es su punto más deficiente. Es realmente problemática, tanto que Nokia ha lanzado ya varias actualizaciones de software para solucionarlo. Aún así, en mi opinión no es suficiente, sobre todo comparado con otros teléfonos de la misma gama disponibles hoy mismo en el mercado.

Nokia y Microsoft deberían aprovechar mejor los acuerdos de colaboración y trabajar a fondo en lograr que el sistema operativo optimice y aproveche al máximo la batería del equipo.

El gran problema es que el teléfono avisa que la batería está por acabarse en los peores momentos: justo cuando falta muy poco para que se apague. Y cuando lo usas en el día a día sientes que hay una "tarea pendiente" por parte de las dos marcas, que hace falta una mejor integración entre software y hardware. Además en algo muy básico.

Conclusiones

8/10

Para mi el Lumia 800 marca el "regreso" de Nokia al espacio de los smartphones. Para mi Symbian es uno de los mayores componentes de un veneno que hizo que la empresa quedara totalmente rezagada al punto de generar un completo desinterés a cualquier terminal lanzado con ese sistema operativo digno de 2003.

En mi opinión la combinación de Nokia y Windows Phone 7 es ganadora, mucho más que la gran mayoría de terminales con Android que están disponibles hoy en el mercado.

Sí, hace falta mucho trabajo, sí, hacen falta muchas más aplicaciones, sí, se necesita mejorar aspectos de hardware y sí, hay problemas en la experiencia de usuario cuando se trata del ecosistema de Microsoft o de Nokia, pero honestamente creo que Windows Mobile, con la ayuda de Nokia, en menos de dos años será un jugador tan importante como iOS o Android en el mundo de los dispositivos móviles.

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