Dazzle-ships in drydock at Liverpool

Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), las potencias que participaron en ambos conflictos también se enfrentaron en el mar con sus fuerzas navales. En la Primera Guerra Mundial, las fuerzas navales imponían o rompían bloqueos en las entradas a los puertos y durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas navales Aliadas escoltaban grandes convoyes de suministros a Inglaterra evitando las "manadas de lobos" de submarinos alemanes. Al igual que se utilizó el camuflaje para evitar bombardeos aéreos y engañar al enemigo, las fuerzas navales también utilizaron técnicas de camuflaje para engañar al enemigo y hacer que los navíos pasasen desapercibidos. Para desarrollar estas técnicas, las distintas flotas sumaron a sus filas artistas plásticos entre los que destacó Norman Wilkinson con el Camuflaje Dazzle.

Norman Wilkinson (24 de noviembre de 1878 – 31 mayo de 1971) fue un pintor e ilustrador británico que sirvió en la reserva de la Royal Navy durante la Primera Guerra Mundial. Antes de que estallase el conflicto, Wilkinson trabajó como ilustrador en la revista Illustrated London News y en la Illustrated Mail además de realizar carteles para los ferrocarriles británicos. En 1917, Wilkinson, que tenía el rango de Capitán de Corbeta, fue asignado a una unidad de patrullas caza-submarinos que se encargaba de la detección de submarinos enemigos y minas submarinas, una fase de la guerra en la que los submarinos alemanes torpedeaban con gran éxito a la flota naval británica.

Dazzle-ships in drydock at Liverpool

Si bien es complicado ocultar un barco en el mar y hacerlo invisible, Wilkinson pensó que al menos se podría buscar alguna solución para confundir al enemigo y sembrar la duda en el comandante de un submarino que estuviese observando a través de un periscopio. Así fue como nació el Camuflaje Dazzle, una técnica de pintura cubista que, según la propia definición de Norman Wilkinson, permitiría ocultar los barcos:

...no para ocultarlos por completo pero sí para romper sus formas y confundir al oficial de un submarino que estuviese observando con su periscopio

¿Cómo se puede pintar un barco para que no parezca un barco? Wilkinson se puso en el lugar del observador e imaginó al enemigo frente al camuflaje para idear su sistema que aplicaba las bases del cubismo para romper las líneas de los barcos en el mar y aprovechar la baja visibilidad nocturna para que fuese mucho más complicado reconocer el tipo de navío, su tamaño, su velocidad de crucero o su envergadura haciendo que fuese difícil para el observador saber si estaba ante la proa o la popa del barco o si éste se acercaba o alejaba.

La idea era pintar el casco de los barcos con unas combinaciones de colores y trazos (se cuentan 33 combinaciones de camuflaje Dazzle) que interfiriesen los telémetros del enemigo. El telémetro óptico, con el que contaban los periscopios de los submarinos, permitía medir las distancias gracias a la superposición de dos imágenes que se captaban mediante dos objetivos separados por una distancia fija. El camuflaje Dazzle interfería la imagen resultante haciendo imposible la superposición y, por tanto, interfiriendo el sistema de visión del enemigo.

Tras varias pruebas, el Almirantazgo Británico aprobó el plan y se puso a Wilkinson al mando de un equipo de la Royal Academy of Arts para desarrollar el camuflaje en los navíos de la Royal Navy siendo el crucero mercante HMS Alsacia el primer navío en portar esta singular técnica de camuflaje. En 1918, Wilkinson se desplazó a Estados Unidos como asesor de la Marina estadounidense para aplicar la técnica Dazzle en los navíos del país.

Cuando estalló la Segunda Guerra Mundial, Wilkinson fue llamado de nuevo a filas y se incorporó al Ministerio del Aire para colaborar en la ocultación de las bases aéreas y no volvió a trabajar en la técnica Dazzle para la Marina. En este conflicto bélico donde la aviación jugó en especial papel tanto en misiones de ataque como reconocimiento, el camuflaje Dazzle no llegó a ser tan significativo, menos aún con la aplicación del radar a la contienda pero tanto Estados Unidos como Reino Unido aplicaron esta técnica de camuflaje en algunas de sus embarcaciones de apoyo (patrulleras) y en algunos de sus portaaviones e incluso Alemania llegó a utilizarlo en algunos de sus navíos durante la campaña de invasión a Noruega. Hoy en día algunos países siguen utilizando esta técnica de camuflaje en algunos de sus navíos, por ejemplo, en patrulleras.

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