Llama poderosamente la atención que en la época de recesión en la que vivimos y en la que se realizan recortes en I+D y en medidas sociales, en muchos países del mundo se aumente el gasto militar y la investigación vinculada al campo de la defensa. Una de las organizaciones más activas es DARPA, la agencia vinculada al Departamento de Defensa de EE.UU. que se encarga de financiar y gestionar proyectos de investigación con aplicaciones militares, de la que prácticamente cada semana conocemos algún proyecto nuevo. En esta ocasión, DARPA acaba de firmar un convenio de colaboración con el Instituto de Bioingeniería Wyss de la >Universidad de Harvard para desarrollar un "traje inteligente" que aumente el rendimiento de los soldados en el campo de batalla.

El proyecto, que contará con una financiación de 2,6 millones de dólares (una cifra nada despreciable), tiene cierto paralelismo con otras líneas de trabajo muy vinculadas al ámbito de la defensa, los exoesqueletos. Si bien los exoesqueletos son algo aparatosos y están destinados a aliviar a los soldados a la hora de transportar carga (equipamiento, suministros, armamento, etc) y evitar que se cansen o se lesionen, este proyecto busca los mismos objetivos pero DARPA pretende que, al menos en apariencia, se algo mucho más discreto y aparatoso.

El objetivo es desarrollar un traje que permita a aumentar el rendimiento y las capacidades físicas de los soldados en el campo de batalla, evitando los síntomas de fatiga, permitiendo a los soldados avanzar mayores distancias y, a ser posible, mejorar la resistencia del cuerpo ante lesiones producidas por el transporte de cargas pesadas.

Este proyecto es un excelente ejemplo de cómo el equipo multidisciplinar del Instituto Wyss puede trabajar estrechamente para desarrollar soluciones a problemas que no podrían ser abordados por distintas disciplinas por separado

traje harvard

¿Y qué tiene de innovador este proyecto? Aunque pueda parecer que los requisitos son simples y ya se han alcanzado con los exoesqueletos, el proyecto busca desarrollar un sistema que se pueda llevar puesto, de la misma forma que un soldado lleva su uniforme o un chaleco antibalas. De hecho, entre las funcionalidades que se pretenden añadir a este traje se encuentra la inclusión de sensores que puedan monitorizar la biomecánica del cuerpo del soldado y, por ejemplo, mantener el cuerpo en movimiento o aplicar pequeñas vibraciones para mantener activas las funciones sensoriales del cuerpo en un traje flexible que evite la rigidez de los sistemas actuales.

Para este instituto de investigación, el proyecto de DARPA no tiene únicamente aplicación en el ámbito militar (aunque el encargo está enfocado en mejorar el rendimiento de sus soldados) y, con el tiempo, los resultados obtenidos podrían extrapolarse a otros ámbitos, por ejemplo, el desarrollo de sistemas que permitan a ancianos o personas con movilidad reducida ganar cierta autonomía.

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