Hace varias semanas que las relaciones diplomáticas entre China y Japón se han tensado por un problema que, realmente, llevan arrastrando desde hace décadas: la disputa por la soberanía de las Islas Senkaku. Este grupo de islas situadas en el extremo occidental de Japón es objeto de disputa entre este país, Taiwan y China. La tensión entre China y Japón se ha materializado en manifestaciones ante la embajada de Japón en China o en la presencia de patrulleras chinas cerca del archipiélago (con la consiguiente respuesta naval japonesa) pero, además de las actuaciones presenciales, varias instituciones de Japón están siendo víctimas de una oleada de ataques DDoS que las autoridades atribuyen a China.

Según han reportado los cuerpos de seguridad japoneses, desde que Japón anunciase el pasado 11 de septiembre la nacionalización de las Islas Senkaku, 19 entidades del país (incluyendo entidades públicas, bancos y universidades) han sufrido diversos ataques DDoS en sus páginas web (dejándolas fuera de servicio) o han sufrido ataques en los que se han modificado los contenidos publicados. ¿Y cuál es el nexo de unión entre estos sucesos y la disputa de soberanía entre China y Japón? Según la policía, el origen de estas acciones proviene de China puesto que muchos de estos sitios web habían sido identificados como objetivos dentro de publicaciones realizadas por crackers chinos en algún que otro foro.

Entre las víctimas de estos ataques encontramos la página de la oficina estadística del Ministerio del Interior y Comunicaciones de Japón (que estuvo bajo un aluvión de peticiones durante unas 7 horas y media el pasado sábado) o el Instituto de Tecnología de Tokio (donde la web del Centro para el Estudio de la Civilización fue víctima de un ataque en el que quedaron expuestos los datos de las 1.068 personas registradas que participan en este proyecto y se filtraron datos personales como sus nombres o números de teléfono). Tras realizar un análisis de las peticiones recibidas en la página web vinculada al ministerio, la policía ha podido comprobar que el 95% del tráfico procede de China, otra prueba más que ha esgrimido Japón para sostener la tesis de que estos ataques están vinculados a las protestas alrededor de la soberanía de las Islas Senkaku.

No es la primera vez que se atribuyen a China este tipo de actividades y, la verdad, viendo cómo está el ambiente, no me extrañaría nada que la tesis de Japón fuera cierta y realmente los ataques procedan de este país aunque tampoco va ser sencillo demostrar si el gobierno chino tiene algo que ver con todo lo que está sucediendo o si, por el contrario, es una iniciativa enmarcada dentro de las protestas populares y es un hecho aislado. Realmente, creo que va ser muy complicado averiguar el origen si es que, al final, consiguen obtener más datos.

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