A principios de este año, Google anunció importantes cambios en su política de privacidad que rompían con la estanqueidad de sus servicios para verlos como "un todo" en el que los datos de los usuarios fluían a través de Google para gestionarse de manera centralizada y, teóricamente, ofrecer una experiencia unificada. Esta experiencia unificada, que va impregnando Google desde el lanzamiento de Google+, no ha hecho mucha gracia a la UE en cuanto a las formas pero se está materializando, por ejemplo, en experimentos como las integraciones de Gmail con el buscador. Parece que esta convergencia de servicios también ha llamado la atención de la reina de las redes sociales, Facebook, que estos días ha abierto una consulta para cambiar también su acuerdo de privacidad y dejar entrever la posibilidad de gestionar, de manera unificada, la información de sus usuarios abriendo la puerta, así, a una eventual unificación de los perfiles de Facebook y los de Instagram.

La compra de Instagram por parte de Facebook ha sido, sin duda alguna, uno de los movimientos estratégicos más significativos de este año 2012 y si bien los equipos de Instagram y Facebook iban a trabajar "juntos pero no revueltos" (Facebook compite consigo mismo a través de Facebook Camera, un clon de Instagram), este cambio hacia un modelo unificado puede cambiar algo las cosas.

Con esta sugerencia, Facebook pretende unificar la información que mantiene de los usuarios y que tiene dispersa entre su propia red social y otros servicios que también son propiedad de la compañía (como Instagram). Unificar la información, desde el punto de vista del procesamiento de la información, implica obtener un conocimiento mucho más exhaustivo de los usuarios y, claro está, esto se puede traducir en una publicidad mucho más segmentada y dirigida. Dicho de otra forma, Facebook aprovecharía la información que obtiene a través de sus filiales para usarla en la matriz (su red social) y viceversa.

Son más de 14.000 los usuarios que han expresado su disconformidad a esta medida puesto que, entre otras cosas, abre la puerta a que Facebook utilice nuestras fotos publicadas o nuestras publicaciones con usos comerciales y, claro está, case esta información con nuestra propia actividad en Instagram, afinando aún más sus estudios de mercado (y mejorando su plataforma de publicidad).

Por ahora, Facebook ha lanzado este globo sonda a modo de consulta y, la verdad, viendo el enfado de los usuarios (y con razón) espero que se replanteen su posición porque, de realizar este giro, las Agencias de Protección de Datos de medio mundo se le echarán encima porque la red social de Mark Zuckerberg se perfeccionaría mucho más como esa "oscura máquina" que transforma los datos de los usuarios en publicidad.

De todas formas, la intención no sorprende mucho porque son muchas las empresas que comparten la información de los usuarios con sus filiales y el resto de empresas dentro de un mismo grupo empresarial, ya sea la banca o el sector de las telecomunicaciones, por lo que, en cierta medida, es algo que desgraciadamente es práctica habitual.

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