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Joyn, poco presente y enigmático futuro

Hace unos días, mi compañero J.J. Velasco escribía sobre la saturación de aplicaciones de mensajería instantánea a colación de la presentación de Libon, el penúltimo software al respecto presentado por Orange. Hoy tenemos un nuevo candidato a coronarse como la aplicación por excelencia en España, Joyn, aunque al contrario de lo ofrecido por el prometedor Line, más bien supone algo que obviar, al menos de momento.

Es fácil ponerse de acuerdo en qué tiene que incluir una aplicación de este tipo para ser la mejor. En primer lugar, y como algo innegociable, es que tiene que estar lo más cerca posible de la universalidad. Esto es, que pueda usarlo prácticamente cualquiera, sin importar el sistema operativo de su dispositivo, ni la operadora a la que pertenezca. Y este es el primer porrazo de Joyn: sólo apto para Android -próximamente también para iOS, sin noticias de BlackBerry ni Windows Phone-, y lo que es casi igual de grave, sólo pudiendo usarse si se es cliente de alguna de las tres grandes operadoras españolas: Movistar, Vodafone y Orange. Estas tres son las que se han unido para sacar una aplicación con completa interoperabilidad, pero de completa, nada. Ni los clientes de Yoigo ni de las OMV, que son tan operadoras como las otras, podrán usar Joyn. ¿Merece la pena una aplicación con un mercado potencial tan limitado, cuando su mejor baluarte sería el de ser compatible con todos?

Segundo requerimento para una aplicación así: ofrecer algo distintivo del resto, algún componente que mejore a lo que ya ofrece la competencia. Uno de los pilares del reciente éxito de Line -aparte de aprovechar el cabreo con WhatsApp por sus caídas- es su cliente para escritorio, que permite una fluidez y velocidad mucho mayores en las conversaciones. Y permite comunicarse también con los usuarios que escriben desde su smartphone. Motivo que nos ha empujado a muchos a ir acelerando la transición hacia Line. Otro caso sería el de GroupMe, comprado por Skype, que también es multiplataforma aunque más orientado a grupos. ¿Qué ofrece Joyn para diferenciarse? Dos cosas: que está integrado en los teléfonos móviles que vendan sus tres operadoras matriz (como si fuese una molestia instalar una aplicación), y que es un servicio RSC-e, que funciona de forma más transparente y segura que otras aplicaciones que trabajan sobre datos.

Por estos dos motivos principalmente, es muy difícil que Joyn triunfe y se consolide como una alternativa sólida a WhatsApp, el rey de este tipo de software, o al heredero Line. Joyn se ha presentado tarde, lo cual no es algo grave per se, pero sí le afecta muy negativamente que lo ha hecho de una forma tosca y accidentada: aplicación sólo para Android, y sin dar esperanzas a los usuarios de otras plataformas (salvo iOS) de que les llegue. Peor todavía es para las operadoras que esto supone una competencia para las aplicaciones que desarrollaron por ellas mismas, como la antes mencionada Libon de Orange, o TuMe de Movistar.

¿Tiene cabida Joyn en un futuro? Quizás sí, pero la competencia es feroz, y su nacimiento no ha sido nada bueno. Esta salida es el principio, Joyn nace como una plataforma que prepara su propio API para que sea posible exportar la aplicación y que sea accesible desde otros lugares como la web o la televisión, espero que ésta última orientada a las videoconferencias y no a la mensajería, teniendo un smartphone, tablet o portátil como dispositivos más adecuados.

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Joyn, cuando se llega tarde y mal a la mensajería instantánea

Por fin llega Joyn a la telefonía móvil española, tras varios años desde que comenzaron las pruebas para su implantación. Una aplicación de mensajería instantánea -y algo más- que se sube al carro de las muchas ya existentes. Y de forma desafortunada.

Desarrollada por GSMA, Joyn aspira a ser la aplicación definitiva para la comunicación entre telefónos móviles con conexión a internet. Para su desarrollo se han unido Movistar, Vodafone y Orange, los tres grandes operadores del país, que prometen una completa interoperabilidad, a pesar de que se queden fuera del trato la cuarta operadora, Yoigo, y la lista completa de operadoras móviles virtuales que tanto están dando que hablar en los últimos años: Pepephone, Simyo, Eroski Móvil, MásMóvil, etc.

¿Qué permite hacer Joyn? Sus creadores le etiquetan como un servicio de comunicación enriquecida (RCS), cuya traducción viene a ser nada que no pudiéramos hacer antes: mensajería instantánea mediante la red de datos, e intercambio de imágenes y vídeos. También prometen que en el futuro implementarán llamadas de voz sobre IP (VoIP) y videollamadas por la misma vía. Para saber si podemos usarlo ya, hay que ojear la lista de dispositivos compatibles, aunque de momento la aplicación sólo está disponible para teléfonos Android, y próximamente llegará su versión para iOS.

En un mercado que muestra síntomas de saturación con aplicaciones de este tipo, y donde se prima a la que más gente use, muy difícilmente puede triunfar Joyn. En primer lugar, porque promete completa interoperabilidad pero no admite a contactos que no sean de las tres grandes operadoras, lo que deja fuera a muchos -cada vez más- usuarios. En segundo lugar, porque nace muy tarde, y sólo con aplicación para Android. Próximamente estará la de iOS, pero ni mencionan a BlackBerry, que está apostando fuerte de cara a su renacer el próximo enero, ni al emergente Windows Phone. En tercer lugar, porque no ofrece ningún valor añadido más allá de que estará instalado de forma nativa en los smartphones de esas tres operadoras.

Por si fuera poco, Joyn llega para competir contra WhatsApp, Line, Viber, iMessage, Facetime, o GroupMe entre otros, que son agentes externos. Pero es que también lo hace para competir contra agentes de la propia Movistar o de la propia Orange (TuMe o Libon respectivamente). Un tiro en el pie, una aplicación sin rumbo, un gasto enorme de esfuerzo y recursos para nada. El objetivo era una aplicación que conectara a todo el mundo, y por lo pronto dejan fuera a los clientes de Yoigo, de todas las OMV, propietarios de BlackBerry, de Windows Phone, y -aunque es un caso especial- de Symbian. Seguramente no ha sido una buena idea.

Más información: Joyn.

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