Hace tiempo que algunos ejércitos y empresas vinculadas al mundo del armamento y la defensa trabajan en el uso del láser como sistema de intercepción de misiles o, incluso, como un arma con la que inutilizar un tanque o un avión. Aunque nos pueda parecer algo sacado del mundo de la ciencia-ficción, este tipo de sistemas son bastante reales y, durante el mes de noviembre, el fabricante alemán Rheinmetall Defence ha estado probando su propio cañón láser capaz de servir como defensa ante ataques de artillería.
Rheinmetall Defence es un fabricante alemán de armamento y sistemas de defensa que, durante el mes de noviembre, estuvo realizando pruebas en Suiza con un prototipo de cañón láser de 50 kW de potencia con el que fue capaz de derribar drones en pleno vuelo y con el que se podría, por ejemplo, interceptar un obús de mortero y destruirlo en pleno vuelo.
El cañón HEL (High Energy Laser) es una evolución de un prototipo anterior mostrado durante 2011 al que se le han incorporado bastantes mejoras y se ha aumentado considerablemente la potencia del láser (pasando 10 kW a 50 kW). Este nuevo prototipo consta de dos cañones láser ensamblados en dos sistemas de armas, por un lado, un láser de 30 kW dispuesto en una torre de fuego antiaéreo (una plataforma móvil) y, por otra parte, un láser de 20 kW dispuesto en un sistema para fuego contra objetivos estáticos.
Flying colours: #Rheinmetall successfully tests 50kW high-energy laser weapon #Laser rheinmetall-defence.de/en/media/edito…
— Rheinmetall AG (@RheinmetallAG) diciembre 18, 2012Durante las pruebas, el equipo de Rheinmetall Defence combinó los haces de los dos láser para perforar una placa de metal de 15 mm de espesor situada a algo más de un kilómetro de distancia y, para probar su uso como sistema de defensa antiaérea, se utilizó el láser de 30 kW para abatir varios drones que volaban en un radio de 2 km alrededor del arma y a una velocidad de 180 kilómetros por hora. Además, para comprobar sus posibilidades como sistema de defensa frente a la artillería, el cañón láser fue capaz de interceptar un proyectil simulado de 82 mm, un disparo de prueba emulando al proyectil de un mortero y que se movía a una velocidad de 50 metros por segundo.
La defensa contra la artillería es, precisamente, uno de los valores de peso de este arma; algo que el sistema es capaz de conseguir gracias a la combinación del sistema antiaéreo sobre el que dispone el láser (que se encarga de posicionar la torreta) y el auto-ajuste del propio rayo láser para acertar en el objetivo, dos sistemas que al combinarse permiten la intercepción en pleno vuelo de un proyectil.
Si bien este cañón láser aún tiene mucho camino que recorrer (en Estados Unidos hace un par de años que se probaron armas láser de 50 kW), la compañía espera poder fabricar un sistema capaz de alcanzar los 100 kW de potencia con el que poder competir con otras empresas de armamento.
Imágenes: Gizmag
