Estos últimos siete días hemos hablado varias veces de Instagram, algo que se inició cuando el servicio decidió cerrarle las puertas a Twitter y bloquear la visualización de fotos. Desde entonces, hemos visto cómo en estos días Twitter lanzaba sus propios filtros y Yahoo! añadía filtros a la aplicación de Flickr para iOS, en una interesante competición que expande la oferta y da bastantes alternativas a los usuarios (recordemos que Facebook Camera también ofrece filtros para aplicar a las imágenes). ¿Y qué pasa con Instagram? ¿Cuál será su evolución? Parece claro que la compañía quiere acercarse al "mundo web" y ha comenzado a dar sus primeros pasos con los perfiles de los usuarios, sin embargo, parece que la adquisición por parte de Facebook entraña un futuro cambio en el servicio que muchos nos imaginábamos: la monetización de Instagram gracias a la publicidad.
Si bien cuando se anunció la millonaria operación de compra de Instagram por parte de Facebook, la red social de Mark Zuckerberg comentó que las cosas no iban a cambiar en Instagram y que, en principio, ambas compañías iban a seguir sus propias "hojas de ruta", Carolyn Everson, Vicepresidenta de Marketing de Facebook, ha sido la encargada de dejar caer que la compañía planea obtener réditos de esta compra y planean monetizar el servicio.
Bueno, Instagram sigue creciendo a un ritmo increíblemente rápido y el equipo es aún muy pequeño si lo comparamos con la cantidad de gente que han sido capaces de captar. Hay muchas marcas que usan Instagram con la idea de acercarse a sus seguidores. Definitivamente nos estamos planteando una estrategia para monetizar el servicio. ¿Cuándo ocurrirá eso? No puedo decirlo pero es algo que va a pasar
He de reconocer que no me sorprenden estas declaraciones porque, en el fondo, este movimiento entra dentro de lo que uno podría esperarse. Instagram es un servicio con muchísimo potencial como plataforma publicitaria y, precisamente, éste era uno de los grandes valores que Facebook vio en esta start-up. No hay que perder de vista que Instagram era una start-up que no generaba ingresos, es decir, las operaciones de la compañía se sustentaban sobre el capital que provenía de los inversores y, por tanto, nadie compra (por semejante cifra económica) una compañía cuyas operaciones van a pérdidas salvo que espere poder explotarla comercialmente y obtener beneficios que compensen la inversión.
¿Matará la publicidad a Instagram? Todo depende del talento del equipo a la hora de implementar este cambio de paradigma en el servicio puesto que partimos de un servicio que ofrece a los usuarios un interfaz muy limpio y sencillo donde las imágenes son el centro de toda la experiencia de uso y que, al insertar publicidad, deberá también dejar un hueco a los espacios promocionales. Quizás insertar anuncios como los de Google Ads pueda ser algo extremo y apuesten por algo más sutil recomendando publicaciones concretas o perfiles (de la misma manera que hace Twitter con los perfiles recomendados y los tweets promocionados*), es decir, llegando a un equilibrio entre la esencia de Instagram y la monetización del servicio (algo en lo que el propio equipo de Instagram estaba ya trabajando justo antes de la compra).
A día de hoy, la competencia entre los servicios abre la puerta a que el usuario pueda elegir fácilmente dónde quiere subir sus fotos y cómo las comparte. Que Instagram haya cerrado la puerta a Twitter, en mi opinión, es un movimiento que resta puesto que intenta forzar a los usuarios a visitar su web (quizás en un primer paso para que ésta contenga publicidad) y que Twitter haya habilitado sus filtros hace más complicado que se produzcan estas visitas porque los usuarios que, directamente, quieran compartir sus fotos a través de Twitter podrán hacerlo sin necesidad de pasar por Instagram.
Personalmente, creo que no haya que rasgarse las vestiduras por el anuncio de la llegada de la publicidad a Instagram, entra dentro de lo natural y lo esperado; el gran reto es que la combinación del servicio con la publicidad ofrezca una experiencia de uso que esté a la altura y no provoque un flujo migratorio a otros servicios ahora que el abanico de opciones comienza a ser bastante amplio.