Strategy Analytics publica su habitual informe de venta mundial de smartphones con números bastante interesantes que confrontan algunos de los más ridículos rumores que se han publicado recientemente (particularmente aquel que la producción de los iPhone 5 se había detenido por completo a falta de demanda).

Según el informe, el iPhone 5 fue el smartphone más vendido del mundo durante el último trimestre de 2012, con más de 27 millones de unidades enviadas a distribuidores y en el proceso obtiene un importantísimo 13% del total de dispositivos de este tipo en el mercado.

Datos importantísimos para la salud de Apple dentro del mercado de los smartphones. Pero lo que sorprende aún más es el desempeño del iPhone 4S (un terminal lanzado hace más de un año): 17,4 millones de dispositivos vendidos haciendo el 8% del total del mercado, que son más ventas que el Samsung Galaxy S III.

El ranking queda de la siguiente forma:

  1. Apple iPhone 5: 27,4 millones de unidades / 12,6% mercado
  2. Apple iPhone 4S: 17,4 millones de unidades / 8% mercado
  3. Samsung Galaxy S III: 15,4 millones de unidades / 7,1 mercado

Aún cuando se ha lanzado hace más de un año, el iPhone 4S ha aumentado sus ventas en el último trayecto de 2012

Pero aún más sorprendente es cuando se compara los números de ventas mundiales del iPhone 4S entre el tercer trimestre y cuarto trimestre de 2012, resulta que la demanda aumentó, aún cuando, insisto, es un terminal que tiene más de un año.

Ahí es donde recae realmente la verdadera fuerza y donde recae el peso de innovación de Apple que ignora el efecto jetpack que reclaman opinadores y analistas. La pregunta es simple: ¿Qué quieres, un smartphone que tenga pantalla inmensa y colores saturados o un dispositivo que te permita hacer las cosas bien, elegante y rápido, aunque se haya lanzado hace más de un año, aunque no sea la última generación? Y el mercado respondió con la segunda opción.

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