Uno de los elementos clave de nuestro smartphone es la pantalla. Es donde consumimos toda la información y cuando compramos un modelo nuevo la claridad y nitidez con la que se ve difícilmente lo volvemos a conseguir. Y es que aunque la mayoría de pantallas están tratadas para no sufrir roturas ni arañazos, el paso del tiempo acaba haciendo mella. Pero esto podría cambiar ya que quizás en el futuro tengamos pantallas de zafiro en nuestros móviles.
El zafiro es un material que es más duro que cualquier otro material excepto el diamante. Es por ello que es ansiado para usarse en pantallas, dado que no se rayaría con polvo o tierra. En la actualidad tenemos el Gorilla Glass, un material desarrollado por Corning que se usa en la mayoría de terminales y que sus fabricantes mejoran con cada versión. Pues el zafiro es 3 veces más fuerte que el Gorilla Glass y 3 veces más resistente a arañazos. De hecho Apple lo usa en el iPhone 5 solo que para cubrir la zona de la cámara.
Sus ventajas son claras pero el mayor inconveniente es el precio. Por $3 tenemos una pantalla de Gorilla Glass y una equivalente en zafiro podría costar unos $30, lo que lo deja solo como viable para smartphones de alta gama. Pero aun así el precio se estima que podría bajar hasta los $20 gracias a la competencia.
Con ello se lograría que las marcas lo plantearan como una opción. Si no siempre quedaría la solución intermedia, que es la de mezclar una capa finísima de zafiro con otros componentes. Por ejemplo una empresa llamada GT Advanced Technology ya está estudiando maneras de hacer láminas de zafiro más delgadas que un cabello humano y se podría mezclar con otros materiales transparentes más baratos lo que haría que el resultado tuviera un coste parecido al del cristal usado hoy en día.
Mientras los proveedores de zafiro se afanan por rebajar los costes del material y hacer viables sus alternativas a lo que hay en el mercado hoy en día, Corning también introduce mejoras en su material y cada vez más se acerca a lo que podría ofrecer el zafiro en un futuro. Veremos con quien se quedan los fabricantes de teléfonos.