Investigadores canadienses han logrado el primer avance hacia la construcción del primer ordenador cuántico, al poder medir los estados de polarización de los fotones, la unidad básica de medición para el qubit, una unidad de datos esencial (teóricamente) para la concepción de un sistema que pueda procesar información bajo un esquema mucho más complejo y avanzado que el actual binario.

El experimento, realizado en un laboratorio de Ottawa, ha sido editado en la publicación especializada Nature Photonics, tomó como base el análisis de partículas de luz aisladas, obteniendo como resultado “las primeras cuantificaciones directas que resultan aplicables para los qubits, la unidad fundamental para la información cuántica”, según señala el propio estudio, coautoría de un equipo de investigadores de las universidades de Ottawa y Rochester, encabezados por Jeff Salvail y Robert Boyd, quienes firman el documento.

Salvail concibe los resultados de su investigación como un avance científico que incluso aportaría una nueva perspectiva al dilema del Gato de Schröndinger, una de las paradojas básicas de la teoría cuántica, así como de la de universos paralelos. Ya que en el caso de los qubits, las partículas pueden existir en múltiples estados a la vez, gracias a su factor de superposición:

Para determinar completamente un estado cuántico, que es descrito generalmente mediante números complejos, actualmente deben realizarse múltiples mediciones en distintas copias idénticas del sistema. Sin embargo, la medición directa de un sistema cuántico se base en la técnica de cálculo tenue: extrayendo tan poca información de una medición única que el estado del sistema no se colapsa ni cambia. No puedo afirmar que estamos llegando al Límite de la incertidumbre, porque en el campo de la mecánica cuántica, no hay manera de evitarlo, al explicar estas cosas en palabras se corre el riesgo de perder las sutilezas que se capturan en la expresión matemática de la teoría.

A grandes rasgos, los ordenadores actuales basan la estructura de su información en el uso del código binario, a través de unos y ceros, mismos que se conforman en bits, como unidad básica de datos. En el caso de los ordenadores cuánticos, la base de su procesamiento serían los qubits o bits cuánticos, que por sus cualidades podrían representar un gran potencial de procesamiento a partir de su pequeña escala, gracias a los fenómenos de superposición, en donde un qubit pude ser simultáneamente uno y cero, y al de enlace, donde dos qubits pueden permanecer conectados aunque se encuentren separados. Lo que ofrecería en teoría la posibilidad de cimentar una plataforma con amplias y flexibles variables para el procesamiento de datos a una velocidad extraordinaria, con un código casi infinito.

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