El único problema con Microsoft es que no tienen buen gusto. Y no lo digo en una manera pequeña, lo digo en una manera grande. En el sentido que no piensan en ideas originales, que no llevan cultura a sus productos.
Lo dijo Steve Jobs en 1996 y esas palabras resuenan hoy más que nunca si leemos la misma frase pero reemplazamos "Microsoft" por "Samsung". La presentación del Galaxy S4 fue un verdadero fiasco, una demostración clara que son una compañía que fabrica plástico y circuitos, sin intención de innovar o hacer herramientas útiles para sus clientes, sino que bombardearlos con presentaciones "espectaculares" que se acercan a lo vulgar.
Samsung durante su presentación, al estereotipar personas, pasó a un plano machista, a poner el producto en un segundo plano, al llenar un escenario de actores forzando una actuación que no tenía sentido, que no comunicaba pero tampoco divertía, con momentos que se sentía verdadera vergüenza ajena. Por mucho que se intente vender características "diferenciadoras" en supuestas situaciones típicas para evitar mencionar a toda costa la palabra Android, no es excusa para poner al producto estrella en segundo plano.
La conversación hoy es acerca de una presentación. No acerca de un producto. Considerando la inversión realizada por Samsung, debe ser preocupante. Pero a largo plazo no será problema. Samsung seguirá bombardeando con terminales aprovechando si posición de ventaja en una línea de producción sin precedentes, nos pondrá publicidad de sus smartphones hasta en la sopa con sus 4 mil millones de dólares de presupuesto en marketing. Pero seguiremos sin hablar de "innovación" y de "propuesta", a menos que queramos mencionar que las pantallas cada día son más grandes. Y eso, por mucho que lo repitan, no es innovar.
Quien sea que planeó y aprobó esta presentación debe ser despedido y Samsung debería de re-pensar la forma en que comunica sus productos y la manera en que reacciona ante las críticas.