La inversión en I+D es un importante motor económico que contribuye a generar una industria competitiva y, por supuesto, contribuye al desarrollo regional y potencia la retención del talento, es decir, lo que en algunos medios solemos leer como "fuga de cerebros". A pesar que en muchos países podemos encontrar personas con mucho talento y ganas de innovar o desarrollar un tejido empresarial alrededor de la tecnología, la falta de apoyos gubernamentales provoca que muchas de estas empresas no puedan establecerse en sus países de origen y tengan que marcharse, por ejemplo, al Silicon Valley de Estados Unidos. Con la idea de generar un potente polo de conocimiento e innovación en Latinoamérica, Ecuador está trabajando en un proyecto llamado Yachay que aspira a convertirse en el Silicon Valley de Latinoamérica y que consiste en una ciudad de la innovación y el conocimiento que están construyendo y que podría convertirse en un importante motor económico y tecnológico para el país y toda Latinoamérica.
Yachay, que significa "aprende y conoce" en lengua quichua, es un ambicioso proyecto que está llevando a cabo el Gobierno de Ecuador para desarrollar una ciudad centrada en la investigación, la innovación y el desarrollo de un tejido productivo de alto nivel de especialización que permita convertir a Ecuador en un país que exporte conocimiento y tecnología y evitando así que se "escapen" emprendedores o investigadores para desarrollar su actividad en otros países.
Esta ciudad girará en torno a una Universidad (la Universidad Científica y Experimental del Ecuador) especializada en tecnología que servirá de eje de todo un entramado de empresas y centros de investigación que se ocuparán de 5 áreas de trabajo: ciencias de la vida, nanotecnología, energías renovables, petroquímica e IT. Centralizando en esta ciudad todos los centros de investigación del país, esta Universidad se establecerá en un ecosistema en el que los estudiantes tendrán muy cerca proyectos reales de investigación y podrían participar en ellos y desarrollarse profesionalmente a la vez que se están formando.
Si al ecosistema del I+D y la Universidad le sumamos el establecimiento de start-ups de base tecnológica y alrededor de un centenar de empresas, el proyecto de Yachay tiene perspectivas de convertirse en el polo tecnológico de referencia para Ecuador y toda Latinoamérica.
¿Y cómo piensan llevarlo a cabo? Ecuador ha suscrito un convenio de colaboración con un consorcio económico-empresarial de Corea (Incheon Free Economic Zone) que contribuye a la elaboración del plan director de Yachay y que sumándole planes de incentivos a la inversión extranjera y nacional (para el establecimiento de empresas en la zona) propiciarían la expansión de este ecosistema tecnológico que, en mi opinión, está mucho mejor planificado que los Parques Tecnológicos que funcionan en España donde la colaboración, en muchas ocasiones, brilla por su ausencia.
Investigaciones biomédicas, desarrollo sostenible y desarrollo tecnológico son los principales motores de este centro de conocimiento que Ecuador está construyendo cerca de Quito (en Urcuquí) y que espera colaborar, además de Corea del Sur, con Japón, Estados Unidos y otros centros tecnológicos de todo el mundo.
El proyecto, sin duda alguna, suena bastante bien y promete ser una importante palanca para el desarrollo de una industria tecnológica tanto en Ecuador como en Latinoamérica que puede situar a la región al nivel de Japón y Corea del Sur como especialistas en el desarrollo y fabricación de dispositivos tecnológicos. Un proyecto que acerca Universidad y empresas en una simbiosis necesaria que no siempre vemos materializarse dentro de proyectos y planes gubernamentales y que, sin embargo, está creciendo en Ecuador en una zona que, a día de hoy, está en plena construcción.
Un proyecto de gran importancia y de gran interés que habrá que seguir de cerca.
