No estoy seguro si es tanto por el personaje, John McClane, como por el actor que lo interpreta, Bruce Willis, pero la serie que iniciaba John McTiernan con Die Hard, hace ya veinticinco años, siempre me ha caído muy bien. Lo que no quiere decir que todas las películas que han formado la saga me hayan parecido igual de estimulantes. Dirigida por Renny Harlin, la segunda, Die Hard 2, se limitaba a repetir exactamente la misma fórmula que la anterior, salvo que en diferente espacio escénico. Teniendo de nuevo a McTiernan al mando, la tercera, Die Hard with a Vengeance, retomaba vínculos con la primera y hacía evolucionar la serie de una manera mucho mas interesante, apelando a los lazos familiares.

Quizás esos lazos familiares, pero en dirección opuesta, marcarían la cuarta y quinta entrega. La hija de McClane en Live Free or Die Hard, dirigida por Les Wiseman, que no consiguió ni despertar mi interés, y su hijo en la última, A Good Day to Die Hard, que conseguiría defraudar expectativas de muchos, a pesar de la espectacularidad de sus secuencias de acción. Pero todo este accidentado periplo no impide que siga recordando con cariño aquel grito de guerra de John McClaine, por lo que propongo un viaje al pasado que sirva para recordar su primera aventura, ahora que se cumple el vigesimo quinto aniversario de Die hard, ubicando a los que fueran sus protagonistas en nuestro presente. ¿Dónde están ahora?

Yippee-ki-yay, motherfucker!

John McClane es un peculiar policía de Nueva York que se rige por sus propias reglas. Algo que afecta también a su vida familiar, quizás por eso Holly, su esposa, no ha tenido gran problema en trasladarse a Los Angeles con sus hijos, donde trabaja ahora en una oficina situada en el recién inaugurado edificio Nakatomi. Un impresionante rascacielos construido de acero y cristal, dotado con los mayores adelantos y las últimas tecnologías, que ni siquiera está terminado del todo. Cuando un grupo de ladrones que se hacen pasar por terroristas, secuestran a todos los que están en el edificio, no cuentan con que John McClane no ha tenido un buen vuelo.

Este es el planteamiento inicial de La jungla de cristal título de la película en España, que se conservó para las secuelas utilizando diferentes juegos de palabras y que en Latinoamérica respondieron a otro juego de palabras, Duro de matar, quizás más apropiadas. Un título muy característico de los años ochenta, que lanzó definitivamente la carrera de Bruce Willis en el cine, así como la de sus director. McTiernan supo aprovechar elementos visuales típicos del cómic en una película en la que era tan importante el sentido del humor como las secuencias de acción y en la que jugaría un papel clave la fotografía de Jan de Bont, posterior director de una película de corte similar como sería Speed.

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El toque foráneo

Si a muchos siempre les llama la atención la alteración de los títulos para su estreno en España, mucho más lejos llegaron con su versión alemana. Si por un lado se cambiaron las identidades de todos los malotes de la película, que pasaron de ser alemanes a tener una genérica nacionalidad "europea" (igual en Hollywood piensan que como en los Estados Unidos (casi) todos hablan en inglés, en Europa (casi) todos lo hacemos en alemán), lo cierto es que el alemán que hablan es tan pobre que ni un austríaco lo entendería.

Reparto principal: aniversario de Die Hard

Con la nacionalidad también cambiaron los nombres de los personajes, haciendo que de esta manera Hans Gruber pasara a ser Jack Bruber, Karl mutó Charlie, Heinrich en Henry y así sucesivamente. Lo que también llevó a cambiar elementos concretos de la procedencia de algunos personajes. Para que luego nos quejemos tanto de los doblajes en España, que al fin y al cabo, tratan de ceñirse al material original. Para rizar el rizo, resulta que aunque Bruce Willis tenga la nacionalidad estadounidense, había nacido en Alemania.

Si se fijan, no es la única película de John McTiernan que no incluye sólo diálogos en inglés o que hace alusión a la cultura europea. Según el mismo cineasta ha confesado se debe a la influencia de las numerosas películas europeas en versión original que consumió antes de convertirse el mismo en director, aunque luego se inclinara por un tipo de cine tan poco cercano al europeo.

El efecto columpio

Bruce Willis

Nombres como los de Nick Nolte, Richard Gere, Don Johnson, Arnold Schwarzenegger, Ton Berenger, Sylvester Stallone, Burt Reynolds, Charles Bronson, Harrison Ford, Mel Gibson o Robert De Niro rechazaron el guión antes de que cayera en manos de Bruce Willis. Curiosamente, el propio Willis había rechazado hacer el personaje que después haría De Niro en Midnight run, que llegaron en la misma semana la cartelera estadounidense.

Y no es la misma coincidencia de este tipo, quizás sería más ajustado aludir al efecto columpio, mientras uno sale entra el otro, dado que si la novela original en la que se basa el guión era una secuela de The Detective, que fuera convertida en una película de 1968 protagonizada por Frank Sinatra. Una cláusula en el contrato le ponía el primero en la lista para volver a interpretar al policía, cosa ue le ofrecieron, aunque contaba ya con 73 años. Afortunada y sabiamente declinó la oferta. Casualmente, Willis y Sinatra ya habían coincidido en otro rodaje, el de The first deadly sin, que fuera su primera aparición cinematográfica en la que mientras él entraba en un bar, salía la voz.

Conexiones más allá de la jungla

Si al ver los interiores del edificio en el que transcurre la acción alguien pensó en la famosa casa diseñada por Frank Lloyd Wright, la Casa de la Cascada (Fallingwater), es que tiene su intuición en plena forma, porque esa fue la intención del diseñador de producción Jackson De Govia, que volvió para la tercera entrega y tuvo tiempo de pasarse por Speed. De hecho, el puente de la oficina de Takagi es una obra del famoso arquitecto estadounidense, que diseñara en 1949.

Y si les suena el osito que el policía de Nueva York le lleva a su familia, no se lo hagan mirar, es que tienen razón, lo han visto antes. Más bien después, porque es el mismo que Jack Ryan (Alec Baldwin) le lleva a la suya al final de The hunt for Red October. No sé si es que era del propio director o es que tiraron de ajustes económicos para el atrezzo de ambos títulos.

El director

En 1988 John McTiernan sólo había realizado dos películas, Nomads y Predator. Si la primera no tuvo gran repercusión, la segunda se convertiría igualmente en una franquicia, pero sin Arnold Schwarzenegger, quien también rechazaría protagonizar una secuela de Comando, que estaba destinada a ser la tercera película de McTiernan. Y así fue como el proyecto llegó hasta actor y director, declinando el primero, pero quedándose el proyecto el segundo. Y no fue una decisión impulsiva, porque McTiernan rechazaría varias versiones del guión hasta que fue convencido y le aseguraron que podría realizar él mismo algunos cambios.

Entre sus sugerencias está la inclusión del Himno a la alegría, perteneciente a la Novena Sinfonía de Beethoven, como el tema musical para identificar a los terroristas. Algo que en principio no fue muy del agrado de Michael Kamen, autor de la banda sonora original, que lo consideraba un sacrilegio utilizar la música de Beethoven en una película de acción. El compositor neoyorquino sugirió en su lugar piezas de Wagner o Richard Strauss, pero quedó completamente persuadido cuando McTiernan le recordó que Stanley Kubrick había utilizado la misma música para A clockwork orange. De esta manera, añadía un componente asincrónico a toda la película que además se desarrollaba en Navidad, una época poco frecuentada en el cine de acción.

John McTiernan

McTiernan terminó de convertirse con Die Hard en un referente del cine de acción, posteriormente desarrollando títulos tan estimulantes como The hunt for Red October o Last Action Hero, por la que sería nominado al premio Razzie, que irónicamente se encuentra entre uno de los placeres culpables de un servidor. Volvería para la tercera entrega de las aventuras de McClane, pero a partir de ahí su carrera se emborronaría con títulos fallidos como The 13th warrior y remakes insustanciales como The Thomas Crown affair o Rollerball. Pero desde Basic, que pasó ciertamente inadvertida, no ha se ha involucrado en ningún otro proyecto en la última década.

La explicación no es otra que su implicación en un complejo y turbio asunto que llevó al FBI a relacionarle con el denominado caso Pellicano, en el que el cineasta habría contratado los servicios de un investigador privado, Anthony Pellicano, para espiar a terceros. el cineasta lo negó, luego resultó que era cierto y comenzó un largo período de juicios que han terminado con el cineasta en la cárcel. Ninguna duda me cabe que cuando cumpla su deuda con la sociedad, se sumará a la lista de malotes rehabilitados por el cine. Lo cual me alegro.

Los guionistas

Jeb Stuart

Basado en una novela de Roderick Thorp, Nothing lasts Forever, dos son los responsables del guión definitivo de Die hard. En realidad no del definitivo dado que gran parte de los diálogos y acciones fueron improvisadas durante el rodaje. Si para Jeb Stuart era su primer trabajo, desarrollando posteriormente los guiones de títulos como Leviathan o The fugitive, recientemente se convertía él mismo en director y productor con Seitchback y Blood done sin my name, hasta la fecha su último trabajo en cualquiera de sus tres facetas.

Si lo más probable es que Steven E. de Souza fuera una incorporación que llegara de la mano de John McTiernan, lo cierto es que debió de hacer buenas migas con Stuart, pues volverían a trabajar juntos en Another 48 Hrs., cuyo precedente, ya había firmado él mismo, además de haber participado en series de televisión tan populares como Knight Rider o V. Antes de llegar a Die hard escribiría guiones de películas tan populares de los ochenta como Commando, Jumpin' Jack Flash o The running man.

Steven E. de Souza

Quizás para muchos Steven E. de Souza se más conocido como cineasta dado que a finales de los noventa dirigió una de las películas más curiosas de Jean-Claude Van Damme, Street Fighter, en la que no era su primera incursión detrás de las cámaras, ni sería la última, aunque preferiría moverse más adelante en territorios televisivos. De Souza sí repetiría en la primera secuela, pero se echaría en falta la mano de Stuart o la de McTiernan, pero que en la tercera no contaría con ninguno de los dos. Su trayectoria posterior se mueve dentro de los mismos parámetros que Die Hard, títulos como Ricochet, Beverly Hills Cop III, Judge Dredd Knock off o Lara Croft Tomb Raider: the cradle of life, con mayor o menor repercusión en función de los directores que convertían en imágenes sus textos, desde mi punto de vista, con mucha peor fortuna que John McTiernan, a pesar de que esta ultima estaba dirigida por Jan De Bont. Quizás por eso en los últimos años ha vuelto a refugiarse en la pantalla pequeña, donde escribe y dirige la serie Unknown Sender.

John McClane

En 1988 Bruce Willis era de sobra conocido para el público. No tanto por su participación en algunas películas de Blake Edwards, como por la serie que protagonizaba junto a Cybil Shepherd en la pequeña pantallas, Moonlight, cuyo rodaje compaginó con el de Die hard, acudiendo a la grabación de la serie de día y rodando la película de noche, momento en que tenía lugar toda la acción del relato. La gran aceptación de la película le colocó a la altura de otros héroes de acción de la época, como Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Una de las estrategias de promoción de la película fue el extraordinario realismo de algunas secuencias de acción, que había rodado el propio Willis sin utilizar doble de acción, lo que permitía que McTiernan pudiera mantener la cámara lo más cerca posible de su protagonista. En aras de conseguir ese hiper-realismo inusual en el cine de acción, también se utilizó munición de fogueo extra sonoras en el rodaje de algunas secuencias, con la fatalidad de que en una de ellas pilló al actor demasiado cerca, causándole una pérdida de oído permanente.

Bruce Willis es John McClaine

A pesar de que no parece que la comunidad cinematográfica no le tenga en la misma estima que el público, Bruce Willis ha sabido configurar una trayectoria en la que convive el cine comercial con el independiente y entre cuyos éxitos más significativos encontramos títulos como The Bounfire of the vanities, The last boy scout, Death becomes her, Twelve monkeys, Armageddon o The fifth element o Moonrise kingdom. Mención aparte merezca su temprana colaboración con M. Night Shyamalan en The Sixth Sense y Umbreakable, o la que ha desarrollado bajo la tutela de Quentin Tarantino en películas como Pulp fiction, Four rooms, Sin City o Planet Terror. El propio actor reconocía el ostracismo de la comunidad cinematográfica haci asu trabajo cuando no le nominaron a un Oscar por su interpretación en Pulp ficción, asumiendo que si no le habían nominado por esa película, ya no lo harían nunca más. Y por el momento no se ha equivocado. Entre sus últimos éxitos destaca su participación en Looper, un thriller con viajes en el tiempo que resultaba tan adecuado tanta para los que sólo buscan evasión entretenimiento, como para los que buscan algo más. Y entre sus títulos más esperados, están Sin City: a dame to kill for y la secuela de RED, una trepidante comedia de acción que revitalizaba el cine de acción de una manera mucho más efectiva que Sylvester Stallone con The expendables.

Holly Genaro McClaine

Hija de un periodista y una escritora, Bonnie Bedellia sería tía de futuros actores infantiles como Macaulay Culkin o Kieran Culkin. Su carrera ha estado mucho más vinculada con la televisión que con el cine, coqueteando también con el teatro en los primeros años de su trayectoria. Aunque se inicia en el cine a través de títulos como The Gypsy Moths, They shoot horses, don't they? o Lovers and other strangers, y que consiguiera una nominación a los Globos de Oro por su interpretación en Heart like a wheel y una nominación a los Independent Spirit Award por The prince of Pennsylvania, seguro que muchos le recuerdan de la miniserie Salem's Lot. Aunque su personaje más popular sigue siendo el de la esposa de John McClaine, para quien fuera el propio Bruce Willis quien a recomendaba.

Bonnie Bedelia y el aniversario de Die Hard

El mismo año que volvía para la primera secuela, también participaba junto a Harrison Ford en Presumed innocent, retornando después al universo de Stephen King con Needful things y participando posteriormente en el remake que Sidney Lumet dirigía de Gloria, la película de John Cassavettes, participando también en Anywhere but here, junto a Susan Sarandon y Natalie Portman, pero sus apariciones cinematográficas siempre serían puntuales estando actualmente vinculada con la serie de televisión Parenthood.

Sargento Al Powell

Después de participar en pequeños papeles en títulos como Ghostbusters o Crocodile Dundee, Reginald ValJohnson conseguía una gran popularidad con su interpretación del policía glotón de Die Hard. Un personaje que repetiría en Die Hard 2 y que le causaría algún que otro incidente, al no distinguir algunos estúpidos entre actor y personaje, llegando a lanzarle Twinkies al coche alegando que sabían que quería unos de esos.

Reginald VelJohnson aniversario de Die Hard

A pesar de la popularidad que conseguiría con su personaje, también Reginald VelJohnson se encontraría más cómodo en el medio televisivo que en el cinematográfico, siendo la serie Family Matters la serie por la que se colara en los hogares de todo el mundo. Si a primera vista podría parecer un spin-off de su personaje en Die Hard, lo cierto es que lo era, pero de otra serie como Perfect strangers. Lo que no quita para que el personaje pudiera estar inspirado en su policía de Los Angeles. Del resto de su filmografía, quizás lo más destacable sea su participación en la película de Mario Van Peebles, Posse. Como curiosidad y muestra de que muchas veces se corren caminos inversos, Die Hard estaría basado en una novela, pero inspiraría después un videojuego, participando VelJohnson, ascendido como capitán, en Die Hard: Vendetta. En los últimos años ha estado involucrado en series de televisión como TRON: Uprising, Mike & Molly y Hart of Dixie.

Joseph Yoshinobu Takagi

Ganador del Globo de Oro a la mejor promesa masculina en 1960, James Shigeta se convertía en el primer gran actor de aspecto asiático del cine estadounidense. Y digo aspecto por que era estadounidense, nacido en Hawaii y licenciado en lengua inglesa. Su carrera se prodigaría mucho más en la pequeña pantalla, destacando en su trayectoria cinematográfica filmes como Flower drum song, adaptación de un musical de Richard Rodgers y Oscar Hammerstein que fue posible gracias a sus dotes para la canción, o el remake de Lost Horizon. Después de su participación en Die Hard, volvería a la televisión, regresando al cine en ocasiones puntuales, como la llamada de Takeshi Kitano para participar en su película "estadounidense", Brother, poniendo voz a un personaje de Mulan, la película de Disney.

James Shigeta y el aniversario de Die Hard

Hans Gruber

Y en la televisión también fue donde había desarrollado su trayectoria el actor británico Alan Rickman, a quien Joel Silver, productor de la película y John McTiernan, descubrieron interpretando al vizconde de Valmont en una representación teatral de Las amistades peligrosas. Seguro que ha muchos les sorprende que su interpretación de Hans Gruber fuera su primera interpretación para la gran pantalla. Desde entonces, casi siempre interpretando personajes oscuros o atormentados, le hemos visto en películas de índole tan diferente como Sense and sensibility, Dogma, The Hitchhiker¡s guise to the galaxy, Snow cake o Sweeney Todd: the demon barber of Fleet street. Aunque su personaje más conocido actualmente es el de Severus Snape en la serie que comenzaba en 2001 con Harry Potter and the sorcerer's stone.

Alan Rickman y el aniversario de Die Hard

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