Según información obtenida por el Wall Street Journal, Microsoft planea aumentar su catálogo de tabletas con una Surface de 7 pulgadas. La fabricación de este dispositivo comenzaría a lo largo de este año, por lo que lo más probable es que no estuviese disponible hasta finales de 2013, como pronto. La duda es, ¿tiene sentido que la compañía apueste por un producto de estas características a estas alturas? En principio, parece que no.

El motivo principal es que llega tarde. Esto no quiere decir que el mercado esté cerrado, ya que siempre pueden aparecer nuevos productos que encuentren su nicho, pero ésta no es la norma. Y tampoco se puede decir que una hipotética Surface de 7 pulgadas pudiese aprovecharse del tirón de Surface RT o Surface Pro, pues sus ventas han sido moderadas en el mejor de los casos.

A esto hay que unir que el sistema operativo que utilizaría, Windows RT, no parece el más indicado para una tableta de estas características. La versión reducida de Windows sólo permite instalar aplicaciones desde la tienda de Microsoft, y ésta está muy por detrás de las de Google y Apple en cuanto a contenido. Y, desde luego, parece impensable que un dispositivo de este tamaño cuente con Windows 8, pues difícilmente podría cumplir con los requisitos del sistema (el procesador, por ejemplo, dejaría la vida de la batería muy por debajo de lo que ofrecen sus rivales).

Además, tampoco está muy claro cuál sería el objetivo de esta 'Surface mini' o a qué público iría dirigida. Los modelos actuales de Surface ofrecen una interesante mezcla entre una tableta y un ordenador portátil (con más éxito en el caso de Pro), pero reducir el tamaño acabaría con esta esencia, al menos en parte.

Por otro lado, la actual política de distribución del producto tampoco ayuda, si bien tampoco supone un motivo de peso, pues podría ayudar a que se simplificase. Surface Pro tardó unos 4 meses más que RT en llegar a los primeros países en los que estuvo disponible. Mientras, la segunda tanda de mercados recibió la primera de las tabletas en febrero, pero Pro todavía no se puede adquirir en ellos y no hay una fecha oficial confirmada. Introducir un nuevo elemento en esta complicada ecuación sería catastrófico, pues los usuarios se sentirían perdidos (suponiendo, claro, que la próxima generación de Surface incluya los modelos RT, Pro y mini y que la situación permanezca igual).

Sin embargo, todo esto son suposiciones. También podría darse el caso de que esta supuesta Surface de 7 pulgadas aporte algo nuevo y no se limite a ser una Surface reducida. Es decir, que en Redmond no se conformen con dar un tamaño más a la gama, sino que de verdad sea un producto nuevo. Si es así, es posible que tenga hueco en el mercado. Es más, podría ser una muy buena noticia para un Windows 8 que no parece terminar de convencer a los usuarios, pero que no es, en absoluto, un mal sistema operativo, y menos cuando se emplea en terminales con pantalla táctil. Una rebaja en el precio del hardware también ayudaría mucho a la expansión del software.

Así pues, no sería del todo descabellado el lanzamiento de una Surface de 7 pulgadas. No obstante, se enfrentará a muchos retos** si quiere llegar a tener peso en el mercado. Por el momento no se conocen detalles (de hecho, Microsoft no ha confirmado nada, así que no deja de ser más que un rumor), así que es difícil saber si lo conseguirá. Lo que está claro es que no lo tendrá nada fácil.

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