Google

Google ofrece la posibilidad de usar "versiones localizadas" del buscador con la que acceder a un interfaz en nuestro idioma y donde las búsquedas van a estar orientadas hacia servicios que se prestan desde nuestro país y se primará, obviamente, resultados en nuestro idioma. Google ofrecía una versión del buscador para Palestina bajo el nombre de "Google - Territorios Palestinos", sin embargo, esta versión del buscador cambió a "Google - Palestina" la semana pasada y con este cambio de nomenclatura tan sutil se está formando un increíble problema diplomático en el que, incluso, el Viceministro de Asuntos Exteriores de Israel ha tomado parte criticando a Google y acusándola de minar el proceso de paz en Oriente Medio.

¿Un cambio de nomenclatura en una web puede provocar que uno de los responsables de la diplomacia de un país realice una declaraciones de ese calibre? Pues sí, al menos así se ha expresado Ze’ev Elkin, Viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, en unas declaraciones publicadas por el Jerusalem Post. Según parece, el Estado de Israel le ha pedido a Google que reconsidere su decisión en el cambio de nomenclatura realizada en la versión para Palestina del buscador puesto que, con este cambio, está reconociendo de manera implícita al Estado Palestino.

La petición formal de Israel se ha enviado por carta a Larry Page, CEO de Google, y se acusa a los de Mountain View de minar los esfuerzos de pacificación de la región.

¿Y tiene sentido tanto revuelo? ¿Es este cambio un conflicto diplomático? Palestina e Israel están en conflicto, prácticamente, desde el final de la Segunda Guerra Mundial y, concretamente, desde que Gran Bretaña se retiró del país en 1947 y pasó el testigo a la ONU; un lapso de tiempo en el que se han sucedido guerras y enfrentamientos que comenzaron a canalizarse a mediados de los 90 con un proceso de diálogo que propició la creación de la Autoridad Nacional Palestina en 1994 y que, el 29 de noviembre de 2012, pasaría a ser reconocida como Palestina o Estado de Palestina en la Resolución 67/19 de la Asamblea General de la ONU como "Estado observador no miembro".

Dicho de otra forma, desde noviembre del año pasado, el Estado de Palestina está legalmente reconocido por la ONU aunque, eso sí, formalmente no es un estado de pleno derecho hasta que el Consejo de Seguridad no dé su aprobación y, por lo que parece, Estados Unidos no está por la labor de hacerlo.

¿Entonces? ¿Google se ha equivocado? A través de un portavoz, Google ya comentó que eran más que conscientes con este cambio y que, simplemente, estaban siguiendo las normas y no era un cambio a la ligera sino que se había consensuado y se habían realizado consultas a organismos de referencia antes de aplicar cualquier cambio de nomenclatura a un país. Por el contrario, Israel, que se opuso junto a Estados Unidos al reconocimiento como Resolución 67/19, considera este movimiento como un obstáculo para las negociaciones de paz; un obstáculo que curiosamente proviene de una empresa estadounidense que, realmente, nada tiene que ver con Palestina.

Para las autoridades de Palestina, el reconocimiento de Google es simbólico pero importante y lo consideran un "paso en la dirección adecuada"; un caso bastante curioso que más allá del conflicto o la tensión entre acatar o no la Resolución de la ONU, nos muestra un hecho bastante importante: la influencia que puede llegar a tener Google y su buscador.

Que una empresa privada reconozca a Palestina, desde el punto de vista político o diplomático, sería un hecho bastante irrelevante y apenas trascendería; sin embargo, un cambio de nomenclatura en Google.Ps ha provocado unas airadas declaraciones de uno de los responsables del aparato diplomático de Israel y el envío de una carta oficial al mismísimo Larry Page.

¿Debió Google mantenerse al margen de este asunto? Quizás alguien podría pensar que este es un asunto que traciende a Google y en el que no debería tomar partido, también se podría pensar que ha tomado partido y ha decidido inclinar la balanza hacia el lado de Palestina pero, en el fondo, creo que esto es mucho más simple: aplicar la legalidad vigente, es decir, llamar a las cosas por su nombre y aplicar la Resolución 67/19, nada más simple que eso aunque, claro está, a Israel parece que no le ha gustado nada.

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