Cuando una serie tiene éxito suele aguantar en antena varios años. En algunos casos, el plan desde un principio es llegar a un número máximo de temporadas, pero en otros se estira el argumento para conseguir el mayor beneficio posible a costa de un producto que funciona. Si bien esto en ocasiones no repercute negativamente en la calidad de la serie, lo más normal es que dé lugar a un fenómeno conocido como flanderización (flanderization, en inglés). El caso más paradigmático es, como indica su nombre, el de Ned Flanders en Los Simpson, pero hay muchos otros.

Pero, ¿qué es exactamente la flanderización? Según TV Tropes, una página que recoge los trucos que se utilizan al escribir ficción y que fue la que inventó el término, es exagerar una característica de un personaje hasta hacer que ésta sea el principal rasgo definitorio de esta persona. En sus palabras:

El acto de tomar una simple (generalmente menor) acción o rasgo de un personaje de una obra y exagerarlo cada vez más hasta que consume al personaje por completo. Casi siempre el rasgo/acción se vuelve completamente extravagante y se convierte en su característica definitoria. Las sitcom y sus personajes son particularmente susceptibles a esto, como lo son los personajes periféricos en programas que duran mucho.

Como decíamos, el caso más notable es el de Ned Flanders, que comenzó su andadura televisiva como una especia de contraposición a Homer Simpson; el vecino religioso y pusilánime frente a un protagonista cínico y poco creyente. El propio Homer es otro ejemplo de flanderización, pues pasó de ser torpe y bobo a convertirse en una persona simple y llanamente estúpida.

CBSDe todos modos, sería injusto citar únicamente esta serie, que, además, es de las más longevas de la historia. Otro de los ejemplos más evidentes es el de Sheldon Cooper, el personaje interpretado por Jim Parsons en The Big Bang Theory. Lo que empezó como un genio algo extravagante y maniático ha terminado por convertirse en una persona con síndrome de Asperger. Claro que lo más probable es que esto no haya molestado a Parsons, que ha obtenido dos Emmy y un Globo de oro por su interpretación.

La evolución de la flanderización suele ser sutil; es algo que ocurre poco a poco y no de un capítulo a otro. De esta forma, la característica peculiar toma el control del personaje hasta hacerlo suyo. Y, recordemos, no siempre es algo negativo, sino que puede servir para dar más profundidad a un personaje o para hacer que consiga un papel más protagonista.

En cuanto a las formas de evolución las hay de todo tipo, aunque en general suelen ir a peor -en el sentido de que hacen a quien sufre la flanderización peor persona, aunque no necesariamente peor personaje-. Barney Stinson, Neil Patrick Harris en How I Met Your Mother, siempre fue el favorito de los seguidores de la serie, pero si no perdió ese puesto fue gracias a que su locura siempre iba a más, incluso cuando su personaje evolucionó. Y si esta serie es considerada por muchos la sucesora de Friends, en su predecesora encontramos un personaje similar, Joey Tribbiani, que sufrió una flanderización similar a la de Homer.

Algo parecido le ocurrió a Britta Perry, Gillian Jacobs en Community, que en un principio parecía tener reservado un papel protagonista y que con el tiempo perdió importancia a medida que perdía inteligencia. Pero en una serie tan meta como ésta, algo así no iba a pasar desapercibido por el resto de personajes y en el capítulo 18 de la tercera temporada, Jeff le espeta que parecía más inteligente que él cuando se conocieron.

Por desgracia, la flanderización de otro de los personajes de Community, el Pierce Hawthorne de Chevy Chase terminó por hacer que el actor abandonase la serie. Chase, que ha mostrado su apoyo a diversos candidatos demócratas, no se sentía cómodo al interpretar a alguien tan racista.

De todos modos, no toda evolución o cambio supone un ejemplo de este fenómeno. Es más, hay series basadas únicamente en esto, como Breaking Bad. En este caso, el cambio que experimenta Walter White se nos anuncia desde el propio título y no es una caricaturización, sino la consecuencia (lógica o no) de sus acciones. Porque Heisenberg nunca será Flanders.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: