Ahora que, para bien o para mal, ya hemos descubierto lo que Zack Snyder nos tenía preparado con Man of Steel, me parece un buen momento para echar la vista atrás y recordar el periplo cinematográfico que ha seguido el que fuera último hijo de Krypton. Quizás alentados por los avances producidos por las fuerzas del mal en la Segunda Guerra Mundial se producían en 1941 las primeras apariciones, en forma de serial, del hombre de acero, que tendría que esperar hasta finales de los años setenta para saltar a la pantalla grande en forma de largometraje. Como muchas películas de esta índole, más que tratarse de la apuesta de un cineasta, se trata del esfuerzo de un productor como Ilya Salkind. Hijo y nieto de productores, conseguía con Superman marcar un punto de inflexión en las adaptaciones de personajes de cómic al cine, que anteriormente se habían tratado en producciones de bajo presupuesto —más que independientes—, sin muy buenos resultados.

Es difícil establecer la paternidad de un guión en el que participarían muchos más guionistas que los acreditados, entre los que se encuentra Mario Puzo, dos veces ganador del Oscar al mejor guión de The Godfather y su secuela. Lo que sí podemos asegurar es que la responsabilidad de la calidad que mantienen Superman y Superman II, se deba a la labor de Richard Donner, que había sido contratado inicialmente para las dos películas, que se habrían rodado simultáneamente. Dado que ya de por sí el público tendría que asimilar que un ser de otro planeta con forma humana adquiría unos poderes que hacían de él un superhombre, todos los demás elementos de la película tenían que estar necesariamente sujetos a la verosimilitud. Y en cierta manera lo consiguió, salvando algunos detalles, como su capacidad para invertir la rotación de la tierra, logrando la involución del tiempo. Más allá de sus paisanos de Krypton, ningún otro personaje de la película tienen sus mismo poderes, u otros parecidos, siendo Lex Luthor un villano total y completamente mortal.

También es justo reivindicar la aportación de Geoffrey Unsworth, director de fotografía de toda la parte dirigida por Donner. Ganador del Oscar por la prodigiosa luz de películas como Cabaret (1972, Bob Fosse) y Tess (1979, Roman Polanski), también sería el responsable de un título como 2001: A Space Odyssey (1968, Stanley Kubrick). Fallecido poco antes de la premiere de Superman, le dedicarían la película "con cariño y respeto". También sería acreditado en Superman II, cuya fotografía adicional habría sido completada por Robert Paynter. Erróneamente, Unsworth siempre consideró que él había sido el responsable de aquel apagón que se producía en Nueva York en 1977, cuando conectaba un proyector a un poste de la luz durante el rodaje de la película.

YouTube video

A pesar de que la película conseguiría cuatro nominaciones al Oscar, al mejor sonido, a la mejor banda sonora, al mejor montaje y a los mejores efectos especiales, consiguiendo este último, Richard Donner siempre lamentaría que no se reconociera ni la labor de Geoffrey Unsworth ni la del diseñador de producción, John Barry, que había creado una ciudad entera en al Ártico. Su primera opción para la banda sonora había sido Jerry Goldsmith, que ya había compuesto la magnífica partitura de The Omen. Problemas de agenda le hicieron apearse del proyecto dejando el camino libre para Williams. Volvería para Supergirl. Otro de los que tampoco participarían en la película sería Paul Newman, a quien le habían ofrecido interpretar tanto a Clark Kent como a Lex Luthor o Jor-El, pero al actor no le interesó ninguno de los personajes, a pesar de los 4 millones de dólares que le ofrecieron.

La preproducción de la película comenzaría en Roma centrándose en solucionar los efectos para hacer volar a Supermán, una gesta en la que se fueron los primeros 2 millones de dólares. El plan de rodaje se había establecido en función de las necesidades de Marlon Brando y Gene Hackman, cuyas agendas estaban más comprometidas y eran las únicas estrellas de la producción, lo que llevó el rodaje hasta el reino Unido, debido a la imposibilidad de Marlon Brando de pisar Italia, a causa de una orden de arresto por obscenidad debido a su implicación en el rodaje de Last Tango in Paris (1972, Bernardo Bertolucci). El rodaje comenzaba en marzo de 1977 para terminar en octubre de 1978, en los estudios Pinewood.

YouTube video

El final de Superman era originalmente el de Superman II. Estaba previsto que después de salvar California y reestructurar la falla de San Andrés, el segundo misil era lanzado al espacio, cuya explosión liberaba de su cautiverio a Zod, Ursa y Num. De esta manera, también se crearía un efecto llamada para la secuela. Por otro lado, el efecto producido al hacer retroceder el tiempo, tenía como propósito reforzar que Lois Lane olvidara la verdadera identidad de Clark Kent, siendo este el final previsto para Superman II. Finalmente se cambiaron de sitio, suponiendo que aunque no hubiera efecto catapulta, la gente vendría a ver la continuación si quedaban satisfechos con la primera película. El resto ya forma parte tanto de la Historia del Cine, como de la cultura popular.

Un productor de dimensiones épicas

La trayectoria profesional de Ilya Salkind comienza junto a su padre y abuelo, junto a los que produce The Three Musketeers (1973) y The Four Musketeers (1974), amabas dirigidas por Richard Lester, que precisamente habían sido rodadas simultáneamente, antes de haber estrenado la primera de ellas. El extraordinario éxito en taquilla de las películas le dio la posibilidad de embarcarse en un proyecto tan ambicioso como Superman, para el que volvió a repetir la misma estrategia que su adaptación de la novela de Alexandre Dumas.

Qué pasó con el equipo de Superman Ilya Salkind

Si en su filmografía previa podemos encontrar títulos de aventuras tan estimulantes como Bluebeard (1972, Edward Dmytryck & Lucia Sacripanti) o Crossed Swords (1977, Richard Fleischer), su obra posterior terminaría fagocitada por el hombre de acero a través de secuelas y spin-offs, tanto cinematográficos como televisivos. Queda clara su inclinación por los personajes mitico-fantásticos tanto a través de películas como Santa Claus (1985, Jeannot Szwarc), la visión exaltada que daría del descubrimiento de América en Chrsitopher Columbus: the Discovery (1992, John Glen) —que le haría merecedor de la única nominación de su carrera, a los premios Razzie—, o una todavía más decepcionante aproximación a otro personaje tan épico como Alejandro Magno en Young Alexander the Great (2010, Jalal Merhi), que pasaría sin pena ni gloria.

Un artesano que sabe lo que quiere

Steven Spielberg, Guy Hamilton, William Friedkin o Sam Peckinpah son algunos de los directores que tuvieron la oportunidad de dirigir Superman. Spielberg fue desechado porque todavía no se había estrenado Jaws, ante cuyo éxito decidió inclinarse por otros proyectos. Hamilton estuvo realmente contratado cuando el rodaje se iba a producir en Italia, pero en el momento que surgió la necesidad de mover el rodaje al Reino Unido, abandonó el proyecto debido a su estatus especial para no pagar impuestos que le impedía estar en suelo británico durante más de treinta días al año. Friedkin y Peckinpah declinaron la oferta y a pesar de que Richard Donner tenía planeado dirigir Damien: Omen II después de debutar en el medio cinematográfico con The Omen, tras un largo período televisivo que había comenzado a principios de los años sesenta, aceptaba el millón de dólares de salario y se ponía manos a la obra desechando el guión y contratando a Tom Mankiewicz para reescribirlo.

Qué pasó con el equipo de Superman Richard Donner

Contratado para dirigir también SupermanII, cuando se centró en terminar la primera parte de cara a su estreno navideño, se produjo un enfrentamiento con Ilya Salkind y su padre, que le llevaron a ser despedido. Si en aquel momento ya había rodado el ochenta por ciento del material de la secuela, al menos vería un setenta y cinco por ciento de ese material en la película firmada por Richard Lester. Si tenemos en cuenta que las primeras secuencias que se rodaron fueron las que involucraban a Marlon Brando y Gene Hackman, incluyendo también las de la secuela, podemos afirmar que la mejor parte de Superman II, es la que está dirigida por Donner, que también había rodado gran parte de la relación entre Clark Kent/Kal-El y Lois Lane. Creo que se puede apreciar a simple vista la diferencia entre unas secuencias y otras, siendo bastante inferiores todas las que involucran al general Zod y sus secuaces, por ejemplo, aunque no sé si tanto por los cineastas o por los directores de fotografía. Advierto que no tengo más información para afirmar esto que mi propia intuición, aparte de que la trayectoria de Donner demuestra que es un director más solvente y coherente que Lester.

Directores estrella de los años ochenta, Donner sería capaz de conectar plenamente con el público a través de títulos míticos de los años ochenta como Ladyhawke (1985), The Goonies (1985), Lethal Weapon (1987) o Scrooged (1988). Responsable también de todas las secuelas de la serie protagonizada por Mel Gibson, quizás su mejor época ya ha pasado, pero su trayectoria deja clara su constancia y capacidad para afrontar cualquier tipo de producción, siempre que tenga acción, humor y fantasía. Presidente de honor de la Academia de horror, fantasía y ciencia-ficción de los Estados Unidos, tenemos que remontarnos a 2006 para encontrarnos con su última película estrenada, 16 Blocks, un thriller protagonizado por Bruce Wilis, Mos Def y David Morse.

Clark Kent o Kal-El: un superhéroe con doble identidad

Alrededor de 20 actores desconocidos hicieron la prueba para conseguir el papel protagonista de Superman, incluyendo un joven Christpher Walken o el propio dentista del productor. Si entre ellos se encontraba un joven Christopher Walken también le ofrecieron el personaje a otros actores que vivían su mejor momento en aquella época como James Brolin, Perry King o Nick Nolte, de quien la leyenda dice que sólo aceptaría el personaje si lo pudiera interpretar como un esquizofrénico. ¿Se imaginan a Clark Kent con las facciones de Robert Redford, Clint Eastwood, James Caan, Warren Beatty, Burt Reynolds, Jon Voight o Arnold Schwarzenegger? Pues cualquiera de ellos podría haber aceptado. Incluso Sylvester Stallone luchó por conseguir el papel después de haber triunfado con Rocky. Finalmente, y a sugerencia de Lynn Stalmaster, director de casting de la película, sería un actor desconocido de 26 años, Christopher Reeve, quien a pesar de las reticencias iniciales de director y productor se haría con el papel después de superar con éxito la prieta de cámara y cometerse a un entrenamiento para dar una forma más robusta a su delgada figura.

Qué fue del equipo que hizo Superman - Christpher Reeve como Kal-El

Su aproximación al personaje de Clark Kent estaba inspirada en el personaje interpretado por Cary Grant en Bring Up Baby, la comedia dirigida por Howard Hawks en 1938, motivo por el que probablemente más de uno encuentre personaje ligeramente desfasado y pasado de rosca, sobre todo hoy en día. Pero el propio actor trascendía la heroicidad de su personaje, no sólo por el activismo por diferentes causas que desarrolló paralelamente a su carrera, entre los que destaca su apoyo a las Paraolimpiadas, su apoyo al escritor Ariel Dorfman para liderar protestas contra las amenazas de muerte a artistas y sindicalistas que se oponían al gobierno de Pinochet, su colaboración en la fundación de 'Coalición Creativa' que ayudaba a los menos favorecidos e impulsaba labores culturales y ecológicas, sino por el desgraciado accidente que sufría en 1995, por el que se fracturaba las dos primeras vértebras cervicales al caer desde un caballo, que le dejarían inmóvil en una silla de ruedas para el resto de su vida, con el único movimiento que el de sus dedos de la mano izquierda. Lo que no amilanó su persona, sino que llegó incluso a crear una fundación que lleva su nombre y el de su esposa en ayuda la parálisis.

Qué fue del equipo que hizo Superman - Christopher Reeve como Clark Kent

En su trayectoria cinematográfica, aparte de las diferentes encarnaciones de Supermán, destaca su colaboración con James Ivory en películas como The Bostonians (1984), The Remains of the Day (1993); algunos dramas de corte romántico como Somewhere in Time (1980, Jeannot Szwarc), Monsignor (1982, Frank Perry) —donde trabajaría junto a Fernando Rey—, Street Smart (1987, Jerry Schatzberg) o Morning Glory (1993, Steven Hilliard Stern); y otra película de corte fantástico como Village of the Damned (1995, John Carpenter). Curiosamente participaría en Switching Channels (1988), una de las cuatro adaptaciones de The Front Page, la obra de Ben hecht y Charles MacArthur, cuya versión más conocida había sido His Girl Friday (1940), que Howard Hawks dirigiera teniendo como protagonista a Cary Grant. Salvo que no le tocaba emular a quien le había servido de inspiración de Clark Kent, sino el de Ralph Bellamy.

Christopher Reeve

En octubre de 2004, mientras se recuperaba de un problema de hipertensión, sufría un ataque cardíaco a causa de un antibiótico que le llevarían a un coma y a fallecer dieciocho horas después. Un año después una fundación creada por él conseguía reparar lesiones medulares de ratones utilizando células madre provenientes del tejido nervioso de seres humanos, por lo que su legado trascendería notablemente la pantalla y su mítico personaje.

La redacción del Daily Planet

  • Loise Lane: la intrépida periodista

Margot Kidder es Lois Lane

El personaje de Lois Lane sería el segundo más codiciado de Superman, por cuya prueba pasarían actrices como Anne Archer, Lesley Ann Warren, o Stockard Channing. Finamente sería la actriz de origen canadiense Margot Kidder la que se quedaría con el personaje debido a su sentido del humor, que supo incorporar a su personaje. Entre sus interpretaciones más recordadas destaca su participación en dos películas de culto como Sisters (1973), una de las películas más interesantes de Brian de Palma, y The Amityville Horror (1979, Stuart Rosenberg), aunque había participado en pequeños papeles en títulos como Gaily, Gaily (1969, Norman Jewison) y The Great Waldo Pepper (1975, George Roy Hill).

Aunque en su trayectoria posterior no destaca ningún otro título que no sean las secuelas de Superman, seguiría trabajando, principalmente en televisión, pagando, de alguna manera, padecer un trastorno bipolar que le diagnosticarían después de varios intentos de suicidio. Entre las excentricidades que salpican su biografía destaca el ataque de paranoia que tuvo en 1996, que le hizo pensar que su marido quería matarla, lo que le llevó a huir y fingir su propia muerte. Su oposición a la guerra de Irak le llevaría a nacionalizares estadounidense para votar en contra de las políticas de George Bush y su última aparición pública se producía el año pasado, cuando viajó a Chile, como invitada especial de la Comic-Con. El último proyecto en el que ha participado es el drama dirigido por Sidney J. Furie, Pride of Lions, al lado de Bo Svenson, Louis Gossett Jr o Seymour Cassel. Intrépida y dicharachera, para un servidor siempre será la Lois Lane ideal.

  • Perry White, el editor del Daily Planet

Jackie Cooper es Perry Lane

La primera elección para interpretar al editor del Daily Planet fue Keenan Wynn, pero tuvo que declinar a problemas de salud. Le tomaba el relevo un actor de larga trayectoria como Jackie Cooper, que había destacado como actor infantil en películas tan emotivas como The Cahmp (1931, King Vidor) y Skippy (1931, Norman Taurog), consiguiendo una nominación al Oscar par esta última, siendo también uno de los integrantes de la formación original de la mítica serie conocida en español como La pandilla. En su larga trayectoria hay sitio para el cine y la televisión, desarrollándose tanto delante como detrás de la pantalla y consiguiendo dos premios EMMY por la dirección de un episodio de la serie M.A.S.H. y el piloto de The White Shadow. A los 88 años, fallecía por causas naturales en 2011.

  • Jimmy Olsen, el fotógrafo que está en todas partes

Marc McClure es Marc Douglas

El simpático fotógrafo del Daily Planet que suele acompañar a Clark Kent o Loise Lane en sus investigaciones periodísticas estaba interpretado por Marc McClure, actor californiano habitual de la pequeña pantalla que también había participado en un par de largometrajes antes de incorporarse al rodaje de Superman. Si bien sería junto a Reeve, Kidder y Cooper el único que participaría en las cuatro películas de Supermán producidas por Salkind, sería el único que también participaría en Supergirl (1984, Jeannot Szwarc). En su filmografía destaca su colaboración con cineastas como Ron Howrd o Robert Zemeckis, aunque siempre en papeles breves y pequeños como Apollo 13 y frost/Nixon, en le caso del primero, o I Wanna Hold Your Hand (1978) y Used Cars (1980), en el del segundo, que sí le reservaría otro personaje mítico en Back to the Future (1985) y Back to the Future III (1990) interpretando al hermano en el presente de Marty McFly.

Los villanos terrestres

  • Lex Luthor: nacido para ser villano

Gene Hackman no estaba especialmente interesado en interpretar al villano de Superman, entre otras cosas porque consideraba que podría perjudicar su trayectoria como actor serio. Sin embargo, supo aportar a su interpretación una ironía que quizás habría sido excesiva de haberlo interpretado Jack Nicholson o Gene Wilder, considerados previamente. No quiero imaginarme lo que hubiera hecho Dustin Hoffman con el mismo personaje, pero afortunadamente también declinó la proposición. Bendecido tanto por el publico como por la crítica, poco mal podría hacerle a Hackman interpretar a Lex Luthor, salvo abrirle el camino hacia la comedia.

Gene Hackman es Lex Luthor

En su trayectoria había conseguido dos nominaciones al mejor actor secundario, por su participación en filmes como Bonnie and Clyde (1967, Arthur Penn) y I Never Sang foro My Father (1970, Gilbert Cates), y un Oscar al mejor actor protagonista por The French Connection (1971, William Friedkin) —en la que también había coincidido con Fernando Rey. Si repetiría su personaje en Superman II; no volvería para la tercera, aunque sí para la cuarta, y su carrera no se vería en absoluto perjudicada. Entre muchas películas en las que participaría, conseguiría una nueva nominación como actor protagonista por Mississipi Burning (1988, Alan Parker), por la que habría conseguido el Oso de Oro en Berlín al mejor actor, así como un segundo Oscar, como actor secundario, por su interpretación en Unforgiven (1992, Clint Eastwood). Tras publican una novela en 1999, Wake of the Perdido Star, en colaboración con el submarinista Daniel Lenihan, a la que seguirían Justice For None y Escape From Andersonville, en julio de 2004 anunciaba en una entrevista a Larry King que se retiraba del cine para dedicarse de lleno a su nueva carrera literaria. La última película en la que participó fue Welcome to Mooseport (2004, Donald Petrie), precisamente una comedia.

  • Otis: el torpe al servicio del mal

Ned Beatty

Considerado por el Daily Variety como el actor más ocupado de Hollywood, Ned Beatty era capaz de compaginar seis, siete y hasta ocho proyectos simultáneos en un mismo año. Nominado al Oscar al mejor actor secundario por su papel en Network (1976, Sidney Lumet), había debutado a comienzos de los años setenta en Deliverance (1972, John Boorman), participando en películas dirigidas por John Huston, Robert Altman o Alan J. Pakula. Quizás lo mejor de su trayectoria se concentra en esos años, lo que no impediría que después de repetir su simpático personaje al lado de Gene Hackman en Superman II, continuaría su trayectoria compaginando cine con televisión, coincidiendo de nuevo con Christopher Reeve en Switching Channels. En los últimos años quizás no recuerdas su imagen, pero convencido estoy de que habrás escuchado su voz, siempre que hayas visto películas como Toy Story 3 (2010, Lee Unkirch) y Rango (2011, Gore Verbinski) en su versión original, poniendo voz al traumatizado Lotso en la primera y al malvado alcalde de la segunda.

  • Eve Teschmacher: nunca le tocan buenos

De corista en Las Vegas a chica boom en el cine, pasando por la primera mujer que mostró sus pezones (a propósito) en la televisión estadounidense. No piensen que la vis cómica de Valerie Perrine es lo único que pudo aportar en su carrera, porque en su trayectoria destacaba títulos como The last American Hero —en la que ya coincidía con Ned Beatty— o la fabulosa Lenny (1074, Bob Fosse), al lado de Dustin Hoffman. El mantra que arrastra su personaje en Superman y su secuela, también debió formar parte de su vida porque fue la prometida de un millonario playboy confeccionista de armas que había conocido en Las Vegas. Se quedó en prometida porque el pavo se disparó accidentalmente justo un mes antes de que se casaran.

Valerie Perrine es la señorita Techmacher

Aunque su trayectoria posterior se mantendría en un tono cómico picante, llegó a hacer participar en películas como The electric horseman (1979, Sydney Pollack), The Border (1982, Tony Richardson), Water (1985, Dick Clement), al menos en los años ochenta. Posteriormente bajaría la calidad de sus películas, que compaginaría con la televisión. Quizás recordar su participación en 54 (1998, Mark Christopher), en lo que era más un cameo que un personaje. Su última película estrenada es Redirecting Eddie (2008, Laurence N. Kaldor), formando parte actualmente del reparto de la serie Lights Out (2011, Justin Zqackham). Casi me parece afortunado que Goldie Hawn y Ann-Margret pidiera demasiado dinero para tan pequeño personaje, porque sin ser tan conocida, Valerie Perrine sí supo aportarle la dosis picante y el punto cómico que requería el personaje, sin pasar por ello desapercibida y resultando encantadamente entrañable. Una de sus frases sigue siendo una de mis favoritas cuando, una vez se establece que van a viajar a Etiopía en busca del meteorito de kryptonita, pregunta por lo que se lleva en Addis Abeba.

Los villanos extraterrestres

Los supervillanos de Superman y Superman II

  • Zod: la reina del universo

Terence Stamp es Zod

En una película estadounidense, el malo siempre tiene que tener obligatoriamente acento británico. La trayectoria cinematográfica de Terence Stamp, al igual que su propio periplo vital, es cualquier cosa menos aburrida y, desde luego, extravagante. Nominado al Oscar al mejor actor secundario por su interpretación en Billy Budd (1962, Peter Ustinov) y ganador de la Palma de Oro al mejor actor por The Collector (1965, William Wyler), en su filmografía destacan títulos como Far from the Madding Crowd (1967, John Schlesinger), Modesty Blaise (1966, Joseph Losey) o la mítica Teorema (1968, Pier Paono Pasolini).

La cualidad excéntrica de su personalidad le venía como anillo al dedo al general Zod, como también a su trayectoria posterior que le llevaría a participar en una película española como Beltenbros (1991, Pilar Miró), uno de las dragqueens de The adventures of Priscilla, Queen of the Desert (1994, Stephan Elliott), o al canciller Valorum de Star Wars: Episode I - The Phantom Menace (1999, George Lucas). Curiosamente es la voz de Jor-El en la serie de televisión Smallville (2001-2011, Alfred Gough & Miles Millar) y recientemente se ha dejado ver en títulos como Wanted (2008, Timur Bekmambetov), Valkyrie (2008, Bryan Singer) o la interesante The Adjustment Bureau (2011, George Nolfi). Está previsto el estreno de su siguiente película, The Art of Steal (2013, Jonathan Sobol), al lado de Jay Baruchel, Kurt Russell y Matt Dillon.

  • Ursa: una extraterrestre salvaje

Gracias a que Caroline Munro no estaba disponible, Sarah Douglas se haría con el inquietante personaje de Ursa. Actriz de culto, si me apuran, que había participado en producciones de ciencia ficción como The Final Programme (1973, Robert fuese), Rollerball (1975, Norman Jewison) o The People That Time Forgot (1977, Kevinn Connor), antes de ponerse el traje de charol de Ursa. Si no la recuerdas de una serie de televisión mítica como Space: 1999 (1975-1977, Gaerry Anderson & Sylvia Anderon), seguro que no has olvidado su paso por otra serie no menos mítica como V: The Final Battle (1984, Kenneth Johnson) —o en Falcon Crest. Su profunda voz haría de ella una mala perfecta en películas posteriores como Conan the Destroyer (1984, Richard Fleischer), cuyo papel aceptó cuando se enteró de que trabajaría junto a Grace Jones, de la que era admiradora. Con más o menos fortuna, su trayectoria posterior circularía en los mismo territorios, destacando un título de culto como Mortal Zombie (1993, Bruan Yuzna) y siendo su próxima película el thriller Displacement (2014, Kenneth mader).

Sarah Douglas es Ursa

  • Non: con poco que decir

Jack O'halloran es Non

Poco puedo aportar de la trayectoria de Jack O'Halloran, que antes de su participación en Superman y Superman II, además de haber participado en películas como Farewell, My Lovely (1975, Dick Richrads), King Kong (1976, John Guillermin) o March or Die (1977, Dick Richards), había sido campeón de los pesos pesados en el estado de California en 1972. Sólo dos años después se retiraba del boxeo para iniciar una esporádica relación con el cine. Aparte de apariciones televisivas esporádicas en series como Knight Rider y Murder, She Wrote, se dejó ver en títulos como Dragnet (1987, Tom Mankiewicz) o The Flinstones (1994, Brian Levant). Actualmente acaba de participar en títulos como Welcome to Purgatory (2013, Gene Fallaize) y su secuela, así como en Kickback (2914, Raza mayal), que se encuentran en proceso de postproducción. En su momento se manifestó en contra del despido de Richard Donner, sin menospreciar a Richard Lester, pero siendo consciente de que Superman II podría haber sido una mejor película de haberse ceñido a la visión de Donner.

Dos mundos, dos familias

  • Jor-El: un padre mítico

Marlon Brando es Jor-El

Muchos se preguntarán actualmente por qué los créditos de Superman comenzaban con los nombres de Gene Hackman y Marlon Brando. Sobre todo cuando este último apenas aparecía ocho minutos en toda la película. Es lo que tiene ser considerado el mejor actor de la historia del cine — al menos en aquella época—, título que compartía con Lawrence Olivier. Doce días de rodaje y un salario de algo más de tres millones y medio de dólares, además de un porcentaje de los beneficios, hicieron de Marlon Brando la estrella mejor pagada del momento. Lo que no debió parecerle suficiente, dado que llegaría a demandar a los Salkind y Warner Brothers porque consideraba que le habían engañado con el porcentaje que le habían pagado. Motivo suficiente para que su personaje mermara considerablemente en Superman II en loq ue es la técnica habitual de Ilya Salkind que habría hecho lo mismo con Richard Donner y lo volvería a hacer con Margot Kidder para Superman 3. Si la novia de Supermán volvería para la cuarta entrega, también el metraje de Marlon Brando se reutilizaría en Superman Returns.

Como solía ser habitual en cada una de las películas en las que participaba, Marlon Brando aportaba sus propias ideas al rodaje, como que Jor-El también luciera la famosa 'S' en su ropa, convirtiéndola en una especie de sello familiar. En su misma línea, y en función de transmitir una mayor espontaneidad, tampoco quiso aprenderse sus frases, que leía ocultas en cualquier sitio. Quizás a los ojos del público de la época resultara realmente emocionante que el padre de Kal-El fuera un actor tan mítico como Marlon Brando, que acababa de interpretar al Coronel Kurtz en Apocalypse Now, pero es posible que a los ojos del público actual haya perdido todo su potencial mítico.

Marlon Brando

Lo cierto es que en la vida real guardaba los mismos vínculos con el que había sido su hijo en la ficción, puesto que fue no de los actores más comprometidos y activistas, sobre todo con el pueblo indio. En la ceremonia en la que fue premiado por un Oscar por su interpretación de Vito Corleone en The Godfather —cuyo guión también era de Mario Puzo—, envió a recoger su premio a una actriz nativa estadounidense que se manifestó en contra del trato que recibía su pueblo por parte de Hollywood. Pero como padre mortal lo cierto es que podríamos decir que tuvo la misma mala suerte que Jor-El, dado que su hijo Christian fue acusado y condenado por el asesinato del novio de su hermana, Cheyenne, quien se suicidaría cinco años después. Si en un principio había anunciado su retirada del cine poco después de rodar The Formula (1980, John G. avidsen), se vería obligado a trabajar de nuevo para hacer frente a los costes del proceso judicial de su hijo.

Marlon Brando como el doctor Moreau

Después de una trayectoria gloriosa en la que había demostrado ser el mejor representante del método Stanislavsky y las técnicas de interpretación del Actor's Studio, su nueva etapa no alcanzaría la misma calidad que el grueso de su trayectoria, en parte porque tampoco se paraba a seleccionar los papeles que le ofrecían. Quizás resaltar su parodia de Vito Corleone en The Freshman (1990, Andrew Bergman), sus dos colaboraciones al lado de Johnny Depp en Don Juan DeMarco (1994, Jeremy Leven) y The Brave (1997, Johnny Depp) o su inquietante aportación a The Island of Dr. Moreau (1996, John Frankenheimer), pero no desde luego su reencuentro con Ilya Salkind y Mario Puzo en Christopher Columbus: the Discovery. Su última película estrenada fue The Score (2001, Frank Oz), en la que compartía cartel con Robert De Niro y Edward Norton. En sus últimos años se vio obligado a vender todas sus posesiones, incluyendo una isla que poseía en Tahití, falleciendo el 1 de julio de 2004, a los 80 años, a consecuencia de una fibrosis pulmonar.

  • Lara: una madre con clase

Susannah York es Lara

Actriz británica de sobrada experiencia, nominada a un Oscar como actriz secundaria por They Shoot Horses, Don't They? (1969, Sydney Pollack) y ganadora de la Palma de Oro a la mejor actriz por Images (1972, Robert Altman), Susannah York viviría su mejor momento a lo largo de los años sesenta y setenta. Si bien volvería para Superman II, no lo haría para las demás, aunque utilizarían su voz en la cuarta entrega. En su filmografía destacan filmes como Tom Jones (1963), Freud (1962, John Huston), Kaleidoscope (1966, Jack Smight), A Man for All Seasons (1966, Fred Zinnemann) o The Killing of Sister George (1968). Si bien seguiría trabajando tanto en cine y televisión después de su paso por la franquicia de Salkind y Warner Bros, la dimensión de sus personajes iría disminuyendo con la edad. Su última aparición cinematográfica se producía en The Calling (2010, Jan Dunn), al lado de Brenda Blethyn y Emily Beecham, mientras que en televisión se despedía con episodios esporádicos en series como Doctors y Missing, antes de fallecer en 2011.

  • Jonathan Kent: un padre tradicional (y rockero)

Otro de los actores míticos del reparto de Superman era Glenn Ford, que interpretaba a su padre adoptivo en la tierra. Quizás su personaje de mayor trascendencia había sido el jugador de Gilda (1946, Charles Vidor), pero su trayectoria incluye películas tan interesantes como The Big Heat (1953, Fritz Lang), 3:10 to Yuma (1957, Delmer Daves), Pocketful of Miracles (1961, Frank Capra) o Cimarron (1960, Anthony Man). Curiosamente, había coincidido con Marlon Brando en The Teahouse of the August Moon (1956, Daniel Mann), pero nunca se llegarían a entender, en parte por una actitud racista que Brando denunciara de su colega en su autobiografía. En realidad, esa onda tradicional que desprendía Ford le iba como anillo al pelo a Jonathan Kent.

Glenn Ford es Jonathan Kent

Entre las curiosidades vinculadas a su personaje en la película, señalar que en un momento dado se escucha la canción Rock round the Clock intepretada por Bill Haley, mismo tema que se escuchaba en una película como Blackboard Jungle (1955, Richard Brooks), que también protagonizara y que contribuyera a la popularización del rock and roll. Si bien un año después de su aparición en Superman todavía se involucraría en varios proyectos, en los años ochenta se prodigaría mucho menos, adquiriendo sus filmografía tintes terroríficos en títulos como Stridulum (1979, Giulio Paradisi), Fukkatsu no hi (Exterminio, 1980, Kinji Fukasaku), Happy Birthday to Me (1981, J. Lee Thompson) o Raw Nerve (1991, David A. Prior), su ultima aparición cinematográfica, después de ser Premio Donostia en 1987 en San Sebastián, falleciendo en 2006 a causa de problemas cardíacos.

  • Mamá Kent: una madre entrañable

Phyllis Thaxter

Es posible que Joan Crawford hubiera bordado el papel de madre de Clark Kent, pero estaba demasiado enferma como para aceptar el papel, aunque visto lo que hizo con sus hijos adoptivos en la vida real, no se me antoja la madre ideal. Actriz teatral y televisiva más que cinematográfica, serían los lazos familiares los que llevarían a Phyllis Thaxter ha hacerse con el papel, dado que era la suegra del propio Ilya Salkind. Su aportación es realmente entrañable, y su personalidad estaba en perfecta consonancia consigo misma, dado que ella misma se había encomendado a actividades comunitarias y había sido enfermera voluntaria durante la mayor parte de su vida. Su carácter luchador le haría falta para enfrentarse contra el Alzheimer que le acompañaría a lo largo de sus últimos nueve años de vida, falleciendo en agosto de 2012.

Un director de repuesto: Richard Lester

Los buenos resultados que Richard Lester había logrado con The Three Musketeers y su secuela, llevarían a Ilya Salkind a solicitar sus servicios en el momento en que surgían las discrepancias con Richard Donner. Su labor en un principio era la de mediador ente director y productores, pero nadie quería dar el brazo a torcer. El hecho de que los Salkind todavía le debieran dinero de sus colaboraciones previas le animó a tomar las riendas de lo que quedaba por rodar de Superman II. Una situación difícil si tenemos en cuenta que entre el 75 y el 80% de Superman II ya había sido rodado por su predecesor, y teniendo que vérselas con un reparto que, en su mayoría, estaban más en sintonía con Donner que con Salkind. En cualquier caso, todo debió terminar bien porque Lester volvería para Superman 3.

YouTube video

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: