University of Hawaii

Investigadores del área de astrobiología de la Universidad de Hawaii han analizado los restos de un meteorito encontrado en la Antártida. Su trabajo, publicado en la revista PLOS One, ofrece nuevas pistas sobre el origen de la vida en Marte.

Podríamos preguntarnos por qué el estudio de un material rocoso hallado en nuestro planeta puede ayudarnos a comprender algo más sobre la mera posibilidad de que exista vida en Marte. Y es que durante la temporada 2009-2010, el equipo investigador participó en la misión Antarctic Search for Meteorites, en la cual tomaron muestras del meteorito analizado.

La primera sorpresa de los científicos fue ver que la composición química delataba claramente que procedía del planeta rojo. Después de extraer todo el material contaminante, cuyo origen era terrestre, los investigadores comenzaron a estudiar las vetas presentes en el meteorito. Y lo que descubrieron fue realmente una sorpresa. La roca contenía trazas muy importantes de mineral boro, con una abundancia diez veces superior a la encontrada en otros meteoritos de Marte.

Pero, ¿por qué es importante hallar boro en un cuerpo rocoso procedente del planeta rojo? Hace unas semanas os contábamos cuáles eran las teorías científicas más importantes acerca del origen de la vida. Una de ellas, quizás la más reconocida por los investigadores, es la que postula al ARN como la molécula biológica clave para que se desarrollaran los primeros organismos vivos. Pues bien, el boro podría jugar un papel fundamental en la formación de este ARN, y su presencia da nuevas esperanzas sobre la existencia de vida en Marte.

Los boratos son compuestos químicos que contienen boro en estado de oxidación +3. Su importancia es fundamental, puesto que son clave en la producción y estabilización de la ribosa, el azúcar que conforma el ARN.

Estudios previos realizados en material de origen terrestre han demostrado que sin estos boratos, la formación no biológica de ARN es realmente compleja, ya que la ribosa no llega a ser estable. Esta pista hallada en el meteorito de la Antártida, por tanto, apoya la idea de que el origen de la vida en Marte, en caso de que finalmente se confirmara, también pudiera haberse apoyado en un hipotético mundo de ARN.

El trabajo, publicado en PLOS One, se apoya en las grandes similitudes geológicas de la Tierra y Marte en el pasado. Quizás la presencia de boratos también ayudara a que esos parecidos se dieran en el origen de la vida. Esta investigación nos hace, sin duda, mirar con esperanzas la búsqueda de vida en Marte, ya que químicamente contamos con una razón más para confiar en la investigación astrobiológica.

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