Shaury Nash (Flickr)

Hace unos años, las grandes promesas de la medicina personalizada venían de la mano de los irremediables avances en secuenciación genómica. Promesas que no hacían sino pensar en un futuro, más o menos inmediato, en el que la lectura de nuestro propio ADN costara menos de mil dólares.

Hoy ese escenario futurista es algo más que una utopía. Aunque no tenemos todavía los resultados de nuestra secuenciación genómica personalizada en un chip que llevemos con nosotros, lo cierto es que las nuevas investigaciones en genética marcarán un antes y un después en la próxima década.

De hecho, los avances en secuenciación genómica ya están revolucionando las técnicas de fertilización in vitro. Así lo han anunciado científicos de la Universidad de Oxford en la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología.

Uno de los problemas más importantes de las técnicas de fertilización in vitro está en el bajo porcentaje de éxito que tiene. Aproximadamente, solo el 30% de los embriones seleccionados para su implantación son viables, aunque aún no se conoce por qué.

Este bajo porcentaje podría deberse a problemas genéticos o cromosómicos aún desconocidos. ¿Qué ocurriría si pudiéramos aplicar las nuevas técnicas de secuenciación genómica de forma previa a la implantación de los embriones, de manera que mejoráramos la fertilización in vitro?

Esa fue precisamente la pregunta que se hicieron los investigadores británicos. Para ello, aplicaron una novedosa herramienta, conocida como next-generation sequencing (NGS), una forma de 'leer el ADN' realmente barata, en la que el genoma se secuencia de manera 'masiva'. A día de hoy, existen diversas herramientas en el mercado que permiten realizar este tipo de secuenciación genómica.

Los análisis de secuenciación genómica mediante esta técnica de NGS permitieron identificar cinco blastocistos (la forma embrionaria observada a los 5 días de que se produzca la fecundación), genéticamente sanos, sin que presentaran problemas u alteraciones en su genoma. En base a los resultados obtenidos mediante secuenciación genómica, los médicos llevaron a cabo la fertilización in vitro, de forma que el primer bebé 'in vitro' tras aplicar la técnica NGS nació el pasado mes de junio.

Este importante paso para las técnicas de fertilización in vitro es solo una confirmación más de los nuevos avances y posibilidades que tendrá la medicina personalizada en nuestro futuro más inmediato. En pocos años, diagnosticar y tratar enfermedades no se hará de manera global, sino de forma personalizada, en base a qué dice nuestro ADN.

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