El 31 de diciembre de 2006, Siemens cerraba sus puertas. O mejor dicho, Benq-Siemens, la marca que quedó tras la venta de la división a BenQ un año y medio antes. Eran años de cambio para la industria, y el que fuera el tercer fabricante mundial había quebrado. Algo estaba pasando en el mercado, si bien es cierto que en la historia de Siemens había bastantes claroscuros al margen de las transformaciones del sector. Por encima de Siemens estaban Nokia y Motorola, que acapararon los dos primeros puestos del ranking por bastantes años. Motorola también fue víctima de, entre otras cosas, la revolución que supuso el primer iPhone y se dio otro batacazo serio. Luego fue comprada por Google, pero era significativo que dos de los tres primeros puestos de fabricantes de telefónos móviles tuvieran finales tan feos. El otro fabricante del top 3 era Nokia. Y a ellos vamos. A la historia de Nokia hasta el día de hoy.

Ventaja insultante, y caída

Nokia gozó durante muchos años de una ventaja insultante para sus rivales. Su presencia de marca era excesivamente buena, tanto en gama baja y teléfonos básicos como en dispositivos de gama alta. Tenían a un icono, el Nokia 3310, y tras él un largo séquito de teléfonos históricos: Nokia 7650, Nokia 5200, Nokia N95... Nokia era el rey indiscutible, y en cierta forma el enemigo europeo de la americana Motorola. Pero los finlandeses dominaban. Hablar de un Nokia era hablar de un hardware de calidad, de innovación. Tan innovadores que podían permitirse salirse de las normas con diseños increíbles. Su ventaja era tal que podían diversificar sus gamas de una forma exagerada. Ensayo y error, había margen de sobra, y además se aseguraban de llegar a todos los usuarios. Las culminaciones fueron las series N, que eran productos aspiracionales: los amantes de la tecnología queríamos uno sí o sí. Así de fuerte marcó Nokia.

Luego todo empezó a torcerse. Justo desde que muchos usuarios pasaron de considerar al Nokia N95 como el mejor del mercado a empezar a mirar con interés al primer iPhone, en 2007. No fue casual. A partir de entonces, las ventas empezaron a caer. En 2009, sus ganancias cayeron un 90 % respecto a 2008. Nokia debía sentirse como el rey del baile de primavera y capitán del equipo de fútbol que al pasar a un instituto nuevo es condenado al ostracismo. Ese instituto nuevo era un nuevo estadio en la industria de la telefonía, y Nokia no estaba preparada para ello.

Cicatrices

Historia de Nokia - Historia de Nokia

La buena inercia de Nokia, y mantener una sólida base de usuarios de feature phones que permanecían impasibles al avance de iPhone y Android, y sólo querían un terminal económico, le permitió continuar a la cabeza unos años más. Pero siendo francos, Symbian era una piedra en el zapato, algo que restaba valor a sus terminales. Ya sospechando algo similar, Nokia e Intel iniciaron conversaciones para superar los obstáculos, y de aquellas charlas en 2009 llegó MeeGo en el Mobile World Congress de 2010. Muchos recordamos con cariño al Nokia N9, que de hecho para algunos es uno de los mejores smartphones de la historia, y cuyo diseño ya sugería lo que vendría luego en forma de Lumia. Pero el proyecto MeeGo también tuvo dificultades, entre ellas, zancadillas internas. En febrero de 2011, quedó definitivamente en un purgatorio del que aún no ha salido oficialmente.

Dos gigantes que necesitaban volver a convencer

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Febrero de 2011 fue el punto de inflexión para Nokia. Una empresa que ya había perdido la corona como fabricante de teléfonos móviles en favor de Samsung, y tenía su estructura financiera herida, necesitaba un punto de apoyo que no pudo encontrar por ninguna parte. Entonces apareció Microsoft. Un gigante del software y un gigante del hardware se unían. Ambos necesitaban reinventarse, demostrar que habían aprendido de sus errores. Así nació la serie Nokia Lumia, que correría Windows Phone. Symbian tuvo un papel enorme durante la primera década del siglo XXI, y un asiento reservado en la historia de la telefonía móvil. Pero como Los Simpson, necesitaba de una muerte digna. Y como Los Simpson, tampoco la tuvo, pues continuaron presentándose terminales con él durante más de un año después. Pero la alianza con Microsoft dejaba claro que Symbian ya no era el camino.

Inicios duros

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La andadura de Microsoft y Nokia tenía una dimensión tan grande y a largo plazo que era difícil pensar que su debut iba a ser satisfactorio. Había mucho trabajo por hacer, y en el primer año de la alianza, los operadores europeos dejaron un mensaje claro: los Nokia Lumia son caros, nadie va a las tiendas interesándose por ellos, y no son demasiado buenos. Era abril de 2012, y las ventas interanuales cayeron un 90 %. Por si fuera poco para Nokia, un mes después sus accionistas interpusieron una demanda contra sus directivos.

Lo peor que podía ocurrir, ocurrió: se comentaba que la alianza con Microsoft había sido un error, sólo un año después de que se llevara a cabo. Por si fuera poco, en junio de 2012 Moody's rebajó la calificación de Nokia a bono basura. Pero por suerte, Nokia sabía que las agencias de calificación como Moody's son como los monstruos y viven de nuestro miedo. Y si se les deja de prestar atención, se le pierde el miedo. Gracias a ello vino todo lo posterior.

Nokia ha vuelto

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2012 fue un año duro de transición para Nokia, pero a finales de año, con Windows Phone 8, las tornas empezaron a cambiar. No era un gran cambio respecto a Windows Phone 7, pero Microsoft sí logró dar con la tecla para que al menos a primera vista fuera muy agradable. Más aún en los Nokia Lumia, que contienen la esencia de Nokia en diseños magníficos. En unos pocos meses de renovación, Nokia estableció a principios de 2013 su gama completa: 520, 620, 720, 820 y 920. Gama baja, gama media y gama alta, con dos nexos entre ellas. Personalmente, creo que es justamente así como debe actuar un fabricante: pocos terminales, pero de calidad suficiente, y sobre todo muy homogéneos.

Recuerdo especialmente el Mobile World Congress 2012, cuando en el stand de Nokia conocimos al 520 y al 720. Y probándolos, se me vino a la cabeza lo que se acentuó en los meses posteriores: "esta gente lo está consiguiendo". Nokia cada vez era más completa, sus terminales convencían, sus diseños mejoraban. Y Windows Phone 8 ayudaba bastante, pese a faltarle un par de vueltas y una tienda de aplicaciones más atractiva.

Rey de la gama baja

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...que no es poco. El Nokia Lumia más vendido es el 520, el más básico y económico de la gama. No es de extrañar. Cuando lo pude probar me pronuncié: es el mejor smartphone de gama baja del mercado, sin discusión. El Lumia 520 le ha hecho mucho daño a los smartphones Android de gama baja. Por unos 150 dólares contiene prestaciones mucho más que aceptables, y un sistema operativo optimizado que funciona con absoluta fluidez. Ni Samsung, ni LG, ni ZTE, ni Huawei, ni cualquier otro fabricante de Android en ese segmento pueden presumir de lo mismo. El Lumia 620, algo superior, se mantiene como una opción buenísima en este mismo terreno, difícil, pero que Nokia ha coronado. He recomendado a varias personas el Nokia Lumia 520, temerosas de abandonar 'su' Android. Todas están realmente contentas. Y eso que muchas ya veían a Nokia como una marca endémica que ya había dejado de ser una opción.

Por otro lado, sus aplicaciones añaden un valor real. Una de las cosas que no me gusta de Android es activar un terminal y encontrármelo lleno de crapware del fabricante. Desde Blinkfeed de HTC (gracias por la propuesta, pero al menos déjame desactivarla) hasta cuando activé un Sony Xperia SP y me pidió registrar un antivirus en versión trial que ni yo había pedido, ni mucho menos me apetecía registrar. Ni hablemos de lo que contiene el Galaxy S4, que empaña lo buen terminal que es. Aquí aparece Nokia, con propuestas como HERE Maps o HERE Drive entre otras. Aplicaciones discretas pero funcionales y útiles de verdad.

Nadie discute su hardware

Historia de Nokia - Historia de NokiaNi en diseño, ni en calidad, ni en prestaciones. Y esto es importante, porque cuando Windows Phone siga mejorando y atraiga el interés de más usuarios, Nokia puede ser imparable. Ya no hablamos sólo de la aceptación general de sus terminales, hablamos de cómo pueden permitirse dar lecciones a fabricantes como Samsung. Lo hizo con el Nokia Lumia 1020, demostrando cómo se mete una cámara en un smartphone poco después de que la surcoreana anunciara el Samsung Galaxy S4 Zoom. A su calidad le unimos su diseño: su colorida gama es un oasis de un desierto de terminales en blanco y negro, y poco más. Los Nokia Lumia son bonitos, también encendidos y combinando el color de las live-tiles con el de la carcasa del terminal.

Nokia vuelve a generar interés y expectación

En el Live Hipertextual en el que seguimos en vivo la presentación del Lumia 1020, uno de mis primeros comentarios fue que Nokia había despertado mucha expectación, todo el mundo tecnológico estábamos con los ojos puestos en ellos. Los tiempos están cambiando. Sin hype, a un fabricante le falta algo, pues es el mejor reflejo del interés potencial de los usuarios en sus productos. Nokia, tras mucho tiempo en off, lo ha recuperado. Con el Lumia 625, en menor medida, vimos algo similar. Siendo un gama baja, muchos madrugamos (hora española) para estar atentos a lo que anunciaban. Definitivamente, algo está cambiando. Además, incluso sus anuncios han recuperado el tono agresivo y transgresor de quien se siente superior. Como el épico anuncio del Nokia Lumia 920.

Resiliencia

Cuando hablo de la victoria de Nokia no hablo de cuota de mercado, ni de beneficios, ni de ventas. Hablo de lo difícil que es para una empresa caer desde lo más alto y volver a caminar pacientemente hasta el éxito**. Nokia lo ha hecho, ha vencido bastantes obstáculos, pero sobre todo se ha vencido a sí misma. Aunque se haya abrazado a un sistema operativo al que aún le falta para ser una alternativa para el grueso de los usuarios, aunque tenga mucho trabajo por hacer, Nokia ha vencido. Ha vuelto a ser un espejo donde mirarse para muchas compañías. Ha esquivado el fantasma de Siemens, tanto por quebrar y desaparecer como por entrar en una espiral (no la de la muerte, de eso le salvó la inyección de Microsoft) de bajada de calidad crónica de sus productos.

Historia de Nokia - Historia de Nokia

Al contrario. Se ha recuperado, e incluso puede permitirse el lujo de subir a su CEO al escenario de su presentación más importante del año, y comparar su nuevo producto con los todopoderosos iPhone 5 y Samsung Galaxy S4, como ocurrió el pasado 11 de julio. Queda trabajo, es posible que las cosas se vuelvan a torcer, y que la relación asimétrica con Microsoft acabe por tensarse demasiado. Pero Nokia, fiel a su estilo propio, ha dado una lección al resto de fabricantes de cómo salir del pozo de forma brillante. En psicología, esto se conoce como resiliencia: la capacidad para afrontar adversidades, para sobreponerse a períodos traumáticos o de dolor emocional. Nokia ha demostrado ser un perfecto ejemplo de resiliencia. Nokia ha vencido.

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