Blueliv es una startup española de ciberseguridad que ha desarrollado una tecnología capaz de proteger a empresas contra el robo de información y el fraude de tarjetas de crédito. Tan solo tiene dos años de vida, pero ya cuenta con clientes en Latinoamérica y España en sectores como telecomunicaciones o banca.
Con esta inversión se lanza a la expansión internacional de la mano de Telefónica Ventures, el fondo de capital riesgo Kibo Ventures y Roger Casals; emprendedor de startups de software con experiencia en el sector de la seguridad.
Planean incrementar su facturación exponencialmente, hasta los 25 millones de euros en 2017
El acuerdo también incluye la comercialización de los productos de Blueliv en Latinoamérica y Europa a través de las filiales de Telefónica. Lejos de ser un detalle, el acceso de la startup a la base de clientes de Telefónica podría ser clave para el desarrollo de sus nuevos productos y soluciones de seguridad dirigidos a empresas y gobiernos.
Según Daniel Solís, CEO de Blueliv, los fabricantes de seguridad mantienen tecnologías con un enfoque antiguo y tradicional, que son ineficaces ante las cambiantes amenazas actuales. Su propuesta se centra en "una tecnología innovadora y de alto valor que permite la búsqueda en tiempo real de las amenazas originadas fuera del perímetro de los Sistemas de Información de las compañías".
Y es que el objetivo que se han propuesto no es sencillo. "Convertirnos en el referente tecnológico de la lucha contra el cibercrimen a nivel internacional" ha dicho Solís. También han hecho público su objetivo de facturación; 25 millones de euros en 2017, cuando se hayan expandido por Europa, Latinoamérica y Estados Unidos.