exoplanetas

Alexander Boden (Flickr)

Que la ciencia es multidisciplinar es algo que nadie pone ya en duda. Los diferentes avances en investigación en física o química han ayudado durante años a mejorar nuestro conocimiento sobre el universo, la biología del planeta o los cuidados médicos. Un reciente trabajo de la Agencia Espacial Europea demuestra que también la búsqueda de exoplanetas puede revolucionar el cuidado de nuestra salud.

Los exoplanetas son planetas que orbitan alrededor de una estrella diferente al Sol y que, por tanto, están fuera de los límites del Sistema Solar. Su lejana localización complica mucho su observación, por lo que las agencias espaciales se ven obligadas a desarrollar tecnología espacial específica para poder estudiarlos, como en el caso de la misión Kepler, lanzada en 2009.

La precisión de la tecnología espacial se aplica con éxito en medicinaHallar vida en otros planetas, en este caso en los exoplanetas, es sin lugar a dudas una de las utopías de la investigación del espacio. Serviría en cierta manera para confirmar que no estamos solos en el Universo. Pero recientes trabajos de la Agencia Espacial Europea demuestran que la exploración de los límites del mundo y el estudio de exoplanetas puede ser muy importante en medicina.

En ese sentido, investigadores del University Eye Clinic Maastricht han aplicado tecnología espacial, usada de manera común en los telescopios que rastrean exoplanetas, en operaciones quirúrgicas para evitar casos de ceguera. Cuando los médicos de este hospital vieron que los microscopios que usaban en estas intervenciones "temblaban" demasiado durante las intervenciones, empezaron a indagar posibles soluciones.

Así fue como dieron con el dispositivo Hummingbird, un sistema desarrollado inicialmente para ser usado en el observatorio espacial Darwin, encargado de buscar exoplanetas. Este aparato lograba equilibrar el microscopio que los médicos holandeses usan en las operaciones para evitar la pérdida de visión en sus pacientes.

exoplanetas
ESA

Cualquier pequeño problema de precisión en estas intervenciones puede suponer que estos individuos se queden ciegos para siempre. Nuestra retina tiene un grosor de apenas un milímetro, y muchas veces las operaciones de este tipo tratan de intervenir en regiones aún más pequeñas, con un tamaño diez veces inferior al de la propia retina.

El uso de la tecnología espacial, inicialmente diseñada para buscar exoplanetas, en este tipo de operaciones, mejorará la calidad de las intervenciones. Su aplicación vuelve a demostrar de nuevo la importancia de una investigación multidisciplinar e innovadora: ¿quién iba a pensar hace años que el conocimiento del Universo llegaría a mejorar la medicina?

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