El sector del taxi español declara la guerra a Uber

Sabido por casi todos y algo que ya anunciamos hace un par de meses: ante la llegada de Uber, el servicio de conductores privados que hace poco llegaba a Barcelona con Uber Pop, el sector del taxi ya ha anunciado de forma oficial, a través de sus diferentes asociaciones, CTE, Unalt y Fedetaxi, movilizaciones para el 11 de junio como forma de ganar la visibilidad suficiente para hacer ver al legislador que la llegada de Uber sería fatal para el sector, algo que ya ha sucedido en Barcelona.

De hecho, el ayuntamiento de la Ciudad Condal ya ha tomado una decisión sobre Uber y se ha dado orden de apertura de un expediente administrativo por actividad irregular, algo que se busca también para su desembarco en la capital del país poniendo en grave peligro el desarrollo de negocio de Uber en España.

El sector del taxi no quiere ni oír hablar de la llegada de Uber Pop a EspañaAhora la pregunta que queda abierta es si el legislador debe intervenir o no en el mercado para frenar la llegada de Uber Pop y hacer que los conductores del servicio tengan que pasar por el mismo proceso que los taxistas, la licencia BTP, o bien dejar que sea el propio mercado el que se autorregule, aunque tal como está planteado el servicio de Uber lo único que conseguiría es mayor economía sumergida y mayor irregularidad que si tuviese la mismas restricciones y control que el sector del taxi.

Todo estos nos lleva a la eterna cuestión sobre si deben regularse nuevas ideas de negocio para que puedan convivir con las nuevas o forzar a las tradicionales a competir en igualdad de condiciones y dejar que sea el mercado el que marque las reglas de juego.

Con la llegada de aplicaciones como myTaxi parece que el sector ha recibido un poco de frescura para encarar el futuro a medio plazo, pero su funcionamiento, sobre todo por la noche y en según que zonas de la capital de España, es más que cuestionable, por lo que quizás sea la competencia de Uber Pop la que abra los ojos a los reguladores y dé las suficientes ventajas a los taxistas como para que acaben repercutidas en el usuario final.