A veces pareciera que la capacidad de asombro está en extinción y que los avances científicos han arrebatado los últimos asombros hace ya tiempo. Sin embargo es muy bueno recordar que el vivir en una época como la nuestra, en que aceptamos la tecnología de punta con menor resistencia que antes e incluso la exigimos, también nos puede sorprender de vez en cuando con algo nunca antes visto.
Eso mismo es lo que dijo el astronauta Forman Williams al dar a conocer sus experimentos en la Estación Espacial Internacional, en la que preside una serie de experimentos de combustión. Dijo: "Hemos observado algo que creíamos que no podía existir", al referirse a lo observado durante sus estudios.
Se trata de lo que denominaron "llamas frías" que se producen por las condiciones de microgravedad en la Estación. Las llamas forman esferas de fuego que siguen ardiendo, debido a la falta de gravedad como la terrestre el comportamiento del fuego es distinto, se consume con más lentitud y generando menos calor, también.
Los resultados podrían revolucionar la ingeniería del motor de combustión
Estas investigaciones y los resultados hasta ahora vistos, señala Williams que es profesor de ingeniería mecánica y aerospacial en la Universidad de San Diego en California, podrían revolucionar la ingeniería del motor de combustión. Los resultados también indican que este tipo de combustión permitiría reducir las emisiones contaminantes y el calor que estos generan.
Esto resulta una muy buena noticia en el desarrollo de motores de combustión interna en los automóviles. Las investigaciones y experimentos siguen su curso para encontrar las condiciones en las que estos fenómenos se puedan reproducir en la Tierra y conseguir los beneficios de la combustión de las llamas frías. El experimento en la imagen pertenece a la combustión de combustible heptano. Todo esto se realiza en una cámara de combustión en la Estación Espacial que se encuentra en el módulo Destiny.